OBNUBILACIÓN GUBERNAMENTAL.
FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ.
Publicado en el diario Tiempo de la ciudad de Oaxaca, Oax., el 23 de mayo de 2008.
El gobierno, tanto el federal como el estatal, pareciera tener un problema de comprensión a la hora de enfrentar a sus detractores. Una especie de somnolencia que les impide ver los alcances de la fuerza de su poder y las perspectivas reales de quienes los enfrentan.
En la lucha política el gobierno se obnubila, se ciega, mientras sus contrincantes se endurecen y aferran al todo o nada. En ese entorno, hay un solo paso para caer en el predominio de la fuerza bruta: para las fuerzas gubernamentales, el camino de la represión militar o policiaca; para las fuerzas contestatarias, la violencia revolucionaria. Ambas alternativas terminan con el baño de sangre y el retroceso de la democracia y la política como razón de Estado.
Menciono esto, porque en los actuales momentos políticos, tanto en el plano nacional como en el estatal, pareciera haber un anquilosamiento del poder público para resolver las coyunturas que pueden impulsar a la violencia.
EL EPR.
En el caso del gobierno federal, además de la novatez del encargado de la Secretaría de Gobernación, la estructura gubernamental perdió de vista que el EPR busca el control político y tiene más mañas que ganas de trabajar: No en vano sus dirigentes han vivido en la clandestinidad durante décadas y han aprendido a aprovechar las pocas circunstancias favorables para beneficio de su movimiento.
La desaparición de sus dirigentes fue un hecho de la mayor torpeza y se debe castigar, no por el hecho en sí, sino por la forma tan burda como se hizo. En la práctica, si los hubieran presentado cuando los detuvieron, hubieran abierto la posibilidad de tener a dos interlocutores visibles –que además hubieran podido servir como señuelos- para contactar a la parte oscura y recalcitrante del grupo paramilitar autodenominado de izquierda. Con la no presentación, el gobierno –cualquiera que sea el área que intervino- abrió las puertas para el embate mediático de los radicales clandestinos.
Pero, además, aceptar la intermediación de personajes claramente identificados con las prácticas políticas de los contrarios, era y es reconocer la personalidad política de alguien, el EPR, que se lo niega a su interlocutor. En realidad, como cualquier gobierno de derecha, el de Mouriño creyó que el EPR pedía tregua, cuando solo querían tocar el picaporte, mediático, por cierto.
Todos los grupos periféricos lo han manifestado: el EPR solo busca la liberación, o al menos la presentación, de sus dos dirigentes detenidos. Y, cuando los grupos periféricos lo manifiestan, es que hay una línea clara y precisa de la estructura paramilitar.
En este caso los dados están cargados. Si el gobierno presenta los cuerpos sin vida y sin la posibilidad de enjuiciar a los culpables, Felipe Calderón pasará por los tribunales mediáticos de las ONGs en un ranking de asesino y represor mayor aún del que se le acusa a Gustavo Díaz Ordaz. Si, por el contrario, logra la maravilla de presentarlos con vida, habrá creado a un liderazgo, con presencia nacional, que hará palidecer la de Cuauhtémoc Cárdenas, y el gobierno se enfrentará al grupo clandestino, más la fuerza política que él mismo habrá impulsado, y sin ninguna posibilidad de desarme del primero.
Como se ve, el gobierno de Calderón está entrampado entre la represión o la revolución.
LA SECCIÓN 22.
El gobierno estatal tuvo, y tiene, en la Sección 59, el pivote del desmembramiento de la provocación y la virulencia magisterial. No se ha podido aplicar una política racional en esta área, por dos razones.
La primera es que todos los funcionarios gubernamentales involucrados en el problema magisterial están jugando a la política. No hay uno solo que esté pensando en el desastre educativo que viven los niños y la sociedad oaxaqueña, sino en las posibilidades de acceder a la Cámara de Diputados federal en unos meses. Toda la política gubernamental magisterial, desde que la Trifulca Política del 2006, estuvo encaminada a intentar convertir a los diversos grupos políticos del magisterio en clientela política del secretario, subsecretario o director del ramo correspondiente. No se estableció una política de gobierno para solucionar de raíz la problemática magisterial, sino solamente se dieron paliativos, para mantener la dinámica contestaria magisterial.
En segundo lugar, la confrontación política con Elba Esther Gordillo ha impedido que el gobierno estatal y el sindicato nacional magisterial establezcan un frente común para podar la fuente de financiamiento de los grupos radicales del magisterio. Así, los intereses políticos han socavado la posibilidad de que los niños oaxaqueños cumplan con el calendario escolar que la SEP propone y toda posibilidad de controlar la inasistencia a las comunidades y la impreparación de los vándalos que se autoproclaman profesores.En este nudo de desconfianzas y obnubilación, los únicos ganadores son los diez mil aviadores que cobran en el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca y están comisionados en la Sección 22, los partidos políticos de oposición, las ONGs, los grupos periféricos y algunos cobrando doble sueldo como supuestos investigadores, profesores o directores de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca.
28 de mayo de 2008
PROFESORES OAXAQUEÑOS EN LA CALLE
LOS PROFES EN LA CALLE.
FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ.
Publicado en el diario Tiempo, 23 de mayo de 2008.
De nueva cuenta, mientras casi un millón trescientos mil niños han visto destruidas sus posibilidades educativas, los profesores de la Sección 22 vuelven a los “acostones” y a cerrar escuelas, algunos porque tienen que venir al zócalo de Oaxaca y otros, porque en su barbarie no permiten que los de la Sección 59 sí trabajen y abran sus escuelas.
Mientras muchos se desgarran las vestiduras, habría que hacer algunas aclaraciones con respecto al movimiento de este año.
En primer lugar, no veo que exista riesgo alguno de que el conflicto sindical se desborde y asume características de confrontación política. El pariente Enrique Rueda está becado en Canadá y no puede hacerle el caldo gordo a ningún ex gobernador que quiera cobrar afrentas porque le despidieron a “La Mojarrita”. El dueño del periódico Noticias ya no tiene una huelga en las puertas de su oficina y ya “amarró” un contrato mensual con el gobierno del Estado. El EPR anda más preocupado tratando de que les regresen a sus “desaparecidos” y no en impulsar a sus grupos periféricos a la movilización política. Vicente Fox y sus fobias posProzac ya no cobra como presidente de la República y López Obrador anda encabezando a sus “adelitas”, pero para mantener la precandidatura futurista a una nueva carrera presidencial. Esto se lee como un cambio de la coyuntura política, para quienes les interese saber algo de ciencia política.
En segundo lugar: los dirigentes de la Sección 22 tienen su interés puesto en la expedición de la convocatoria para el cambio de mesa directiva, pero sin condiciones; es decir, que doña Elba Esther Gordillo no les imponga el reconocimiento a la Sección 59. No pelean tanto por los incrementos salariales, eso ya lo tienen en la bolsa desde el año pasado y lo que falte lo pondrá el pueblo de Oaxaca, mediante el pago de los intereses y créditos bancarios que el gobierno estatal ya negoció.
En tercer lugar: Los neófitos del gobierno estatal ya despachan en áreas que no afectan a las negociaciones sindicales magisteriales. Aquel Coordinador General del COPLADE a quien se le hizo mucho pagar 12 millones en la puja para completar la bolsa magisterial en 2006, ahora es asesor del gobierno, pero para impulsar un supuesto plan de desarrollo de la región sur-sureste; el Secretario General de Gobierno que pensó en enchilarse la torta sin una previa preparación de los ingredientes, ahora vuelve a despachar en el área electoral, aprendiendo que, en política, los triunfos se ganan con preparación previa y por lo menos con un año de antelación. Pero, lo más importante es que Roberto Madrazo ya no está en campaña y el gobierno del Estado puede dedicarse a las actividades que le corresponden: gobernar, que implica hacer política, entendida como el establecimiento de una compleja red de relaciones de convivencia, acuerdos y compromisos.
Por último, los empresarios que se jalan los cabellos porque el gordito Flavio Sosa anuncia la posible suspensión de la guelaguetza, debían tener presentes que ellos no son el pueblo oaxaqueño y la riqueza de Oaxaca no solo la aporta la iniciativa privada. La riqueza social de Oaxaca está más allá de los gastos suntuarios de los espectáculos mediáticos confundidos como la cultura oaxaqueña.Por lo demás, este asunto está más que manoseado y su final es previsible: más dinero para los líderes magisteriales, debilitamiento de la sección 59 y un empate en el medio campo de la política sucesoria del gobierno estatal.
FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ.
Publicado en el diario Tiempo, 23 de mayo de 2008.
De nueva cuenta, mientras casi un millón trescientos mil niños han visto destruidas sus posibilidades educativas, los profesores de la Sección 22 vuelven a los “acostones” y a cerrar escuelas, algunos porque tienen que venir al zócalo de Oaxaca y otros, porque en su barbarie no permiten que los de la Sección 59 sí trabajen y abran sus escuelas.
Mientras muchos se desgarran las vestiduras, habría que hacer algunas aclaraciones con respecto al movimiento de este año.
En primer lugar, no veo que exista riesgo alguno de que el conflicto sindical se desborde y asume características de confrontación política. El pariente Enrique Rueda está becado en Canadá y no puede hacerle el caldo gordo a ningún ex gobernador que quiera cobrar afrentas porque le despidieron a “La Mojarrita”. El dueño del periódico Noticias ya no tiene una huelga en las puertas de su oficina y ya “amarró” un contrato mensual con el gobierno del Estado. El EPR anda más preocupado tratando de que les regresen a sus “desaparecidos” y no en impulsar a sus grupos periféricos a la movilización política. Vicente Fox y sus fobias posProzac ya no cobra como presidente de la República y López Obrador anda encabezando a sus “adelitas”, pero para mantener la precandidatura futurista a una nueva carrera presidencial. Esto se lee como un cambio de la coyuntura política, para quienes les interese saber algo de ciencia política.
En segundo lugar: los dirigentes de la Sección 22 tienen su interés puesto en la expedición de la convocatoria para el cambio de mesa directiva, pero sin condiciones; es decir, que doña Elba Esther Gordillo no les imponga el reconocimiento a la Sección 59. No pelean tanto por los incrementos salariales, eso ya lo tienen en la bolsa desde el año pasado y lo que falte lo pondrá el pueblo de Oaxaca, mediante el pago de los intereses y créditos bancarios que el gobierno estatal ya negoció.
En tercer lugar: Los neófitos del gobierno estatal ya despachan en áreas que no afectan a las negociaciones sindicales magisteriales. Aquel Coordinador General del COPLADE a quien se le hizo mucho pagar 12 millones en la puja para completar la bolsa magisterial en 2006, ahora es asesor del gobierno, pero para impulsar un supuesto plan de desarrollo de la región sur-sureste; el Secretario General de Gobierno que pensó en enchilarse la torta sin una previa preparación de los ingredientes, ahora vuelve a despachar en el área electoral, aprendiendo que, en política, los triunfos se ganan con preparación previa y por lo menos con un año de antelación. Pero, lo más importante es que Roberto Madrazo ya no está en campaña y el gobierno del Estado puede dedicarse a las actividades que le corresponden: gobernar, que implica hacer política, entendida como el establecimiento de una compleja red de relaciones de convivencia, acuerdos y compromisos.
Por último, los empresarios que se jalan los cabellos porque el gordito Flavio Sosa anuncia la posible suspensión de la guelaguetza, debían tener presentes que ellos no son el pueblo oaxaqueño y la riqueza de Oaxaca no solo la aporta la iniciativa privada. La riqueza social de Oaxaca está más allá de los gastos suntuarios de los espectáculos mediáticos confundidos como la cultura oaxaqueña.Por lo demás, este asunto está más que manoseado y su final es previsible: más dinero para los líderes magisteriales, debilitamiento de la sección 59 y un empate en el medio campo de la política sucesoria del gobierno estatal.
11 de mayo de 2008
DIÁLOGO DE SORDOS.
DIÁLOGO DE SORDOS.
FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ.
Publicado el 8 de mayo de 2008 en el diario Tiempo
Como era de esperarse el EPR asumió la posición de siempre: no a un dialogo con el gobierno, sí a la presentación de sus dos dirigentes desaparecidos. Los apresurados se quedaron como siempre: chiflando en la loma y haciendo público su protagonismo mediático.
Quienes conocen la actuación de la guerrilla tienen muy claro que su lucha es para vencer o morir. No tiene medias tintas. Para la mediación y la componenda están las ONGs y las organizaciones sociales, lo que conocemos como sus grupos periféricos y los vividores de la izquierda institucionalizada.
Cuando el EPR lanzó su manifiesto nombrando a sus representantes, nunca mencionó el término diálogo con el gobierno. Eran sus representantes para encabezar la búsqueda de los dos desaparecidos y para recibir las notificaciones gubernamentales del avance de las investigaciones policiacas. Eran, pues, recaderos de lujo. Nunca fueron miembros de una comisión de paz.
Por eso me causó risa cuando la vividora del drama del hijo desaparecido, la senadora Rosario Ibarra se apuntó para encabezar una comisión que nunca existió; pero más hilaridad me causó el ex obispo Samuel Ruiz, cuando dejó entrever que su segundo cuarto de hora publicitario estaba cerca y ya se veía encabezando las mesas de negociación en la catedral metropolitana, con los verdes encapuchados eperristas y el enmascarado que saquea a la nación desde la Secretaría de Gobernación.
Para no variar, el gobierno federal demostró su sed de legitimidad anunciando, con bombos y platillos, la aceptación del supuesto diálogo, pero con la condición de que los eperristas anunciaran el adiós a las armas. Esto nos demostró que el CISEN sigue desmantelado, como en el periodo foxista o es solo un centro de acopio de datos, pero sin ninguna inteligencia de procesamiento.
Siguiendo la lógica del escolapio, el gobierno federal buscó a los chivos expiatorios para inmolarlos en el altar de la supuesta segura y pronta paz. Nadie mejor que el odiado régimen priista oaxaqueño para cumplir con ese papel, porque, si el gobierno federal peca de ingenuidad, los funcionarios oaxaqueños enarbolan la soberbia y la inconsistencia como sinónimo de gobernabilidad y acción política.
En lo particular, me queda claro que las filtraciones periodísticas, culpando a funcionarios del gobierno estatal de las desapariciones, tenía como fin debilitar al gobernador Ulises Ruiz Ortiz para que no esté encabezando a grupos priistas que se oponen a la privatización de PEMEX; también era para desviar la atención de los verdaderos culpables del delito perseguido. Porque, si la mitad de lo que se escucha en las calles de Oaxaca es cierto, el funcionario acusado es culpable de incapacidad administrativa y soberbia, pero no de la desaparición de personas y el verdadero involucrado está fuera del accionar de la justicia y muy lejos de las posibilidades vengativas de la guerrilla.
Es muy lamentable que el gobierno estatal no tenga una política de comunicación social, clara y definida, y un comunicador profesional; por ese dislate, todos los involucrados en el hecho debieron declarar a la prensa individualmente y, más que ayudar al gobierno estatal, enrarecieron el entorno y ayudaron a la propaganda negra del gobierno federal.
Lo he dicho siempre, es una verdadera lástima que el Gobernador del Estado encabece solitarias luchas y sus empleados vivan en las discotecas, los restaurantes y en el limbo de la vana zalamería.
FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ.
Publicado el 8 de mayo de 2008 en el diario Tiempo
Como era de esperarse el EPR asumió la posición de siempre: no a un dialogo con el gobierno, sí a la presentación de sus dos dirigentes desaparecidos. Los apresurados se quedaron como siempre: chiflando en la loma y haciendo público su protagonismo mediático.
Quienes conocen la actuación de la guerrilla tienen muy claro que su lucha es para vencer o morir. No tiene medias tintas. Para la mediación y la componenda están las ONGs y las organizaciones sociales, lo que conocemos como sus grupos periféricos y los vividores de la izquierda institucionalizada.
Cuando el EPR lanzó su manifiesto nombrando a sus representantes, nunca mencionó el término diálogo con el gobierno. Eran sus representantes para encabezar la búsqueda de los dos desaparecidos y para recibir las notificaciones gubernamentales del avance de las investigaciones policiacas. Eran, pues, recaderos de lujo. Nunca fueron miembros de una comisión de paz.
Por eso me causó risa cuando la vividora del drama del hijo desaparecido, la senadora Rosario Ibarra se apuntó para encabezar una comisión que nunca existió; pero más hilaridad me causó el ex obispo Samuel Ruiz, cuando dejó entrever que su segundo cuarto de hora publicitario estaba cerca y ya se veía encabezando las mesas de negociación en la catedral metropolitana, con los verdes encapuchados eperristas y el enmascarado que saquea a la nación desde la Secretaría de Gobernación.
Para no variar, el gobierno federal demostró su sed de legitimidad anunciando, con bombos y platillos, la aceptación del supuesto diálogo, pero con la condición de que los eperristas anunciaran el adiós a las armas. Esto nos demostró que el CISEN sigue desmantelado, como en el periodo foxista o es solo un centro de acopio de datos, pero sin ninguna inteligencia de procesamiento.
Siguiendo la lógica del escolapio, el gobierno federal buscó a los chivos expiatorios para inmolarlos en el altar de la supuesta segura y pronta paz. Nadie mejor que el odiado régimen priista oaxaqueño para cumplir con ese papel, porque, si el gobierno federal peca de ingenuidad, los funcionarios oaxaqueños enarbolan la soberbia y la inconsistencia como sinónimo de gobernabilidad y acción política.
En lo particular, me queda claro que las filtraciones periodísticas, culpando a funcionarios del gobierno estatal de las desapariciones, tenía como fin debilitar al gobernador Ulises Ruiz Ortiz para que no esté encabezando a grupos priistas que se oponen a la privatización de PEMEX; también era para desviar la atención de los verdaderos culpables del delito perseguido. Porque, si la mitad de lo que se escucha en las calles de Oaxaca es cierto, el funcionario acusado es culpable de incapacidad administrativa y soberbia, pero no de la desaparición de personas y el verdadero involucrado está fuera del accionar de la justicia y muy lejos de las posibilidades vengativas de la guerrilla.
Es muy lamentable que el gobierno estatal no tenga una política de comunicación social, clara y definida, y un comunicador profesional; por ese dislate, todos los involucrados en el hecho debieron declarar a la prensa individualmente y, más que ayudar al gobierno estatal, enrarecieron el entorno y ayudaron a la propaganda negra del gobierno federal.
Lo he dicho siempre, es una verdadera lástima que el Gobernador del Estado encabece solitarias luchas y sus empleados vivan en las discotecas, los restaurantes y en el limbo de la vana zalamería.
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