18 de abril de 2011

SIMULACIÓN

Este gobierno da constantes muestras de ser pura simulación y cotilleo. El viernes pasado, la secretaria de la Contraloría, visiblemente molesta, dice el reportero Iván Castellanos, manifestó que el secretario de la SEDAFP ahora sí entregará su título profesional “en 20 días para seguir desempeñándose en ese cargo”. (Tiempo, 9/IV/2011).

Cuentan, en los correos electrónicos, que cuando allegados del gobernador le informaron al secretario que debía dimitir, porque no cumplía los requisitos de la nueva Ley Orgánica del Poder Ejecutivo, él manifestó que el cargo se lo había ganado en campaña y no se lo había dado nadie, mucho menos el gobernador. Haya sido verdad o no esta anécdota, lo cierto es que el secretario sigue en el cargo cuatro meses después de promulgada la ley y, a la secretaria responsable de cuidar el respeto de la legalidad, la trae a las vueltas y con promesas de que mañana sí cumplirá los requisitos legales.

Dicen que sólo quedan dos falzatis en la administración de la alternancia. Una de ellas, la secretaria general de Gobierno, ni se apena ni se acongoja, porque dice que el congreso estatal le dispensó el título profesional que exige la ley. El otro, el de la SEDAFP, argumenta haber presentado, en tiempo de competencia olímpica, su examen profesional, aunque no ha mostrado ni su acta de grado, mucho menos el título o cédula profesional. Por cierto, quienes sí hemos asistido a una universidad o tecnológico sabemos que el grado académico se obtiene mediante examen profesional; sin este requisito, el aspirante es alumno o pasante, dependiendo de la institución. También, el acta de examen es equivalente al título profesional; me imagino que en eso pensaba el redactor de la Ley Orgánica estatal, cuando estableció que podía ser un documento equivalente. Con un poco de imaginación, la secretaria de la Contraloría pudo salir del paso exigiendo este documento y “subiéndolo” a la página de Internet del gobierno estatal.

Ése es otro tema. La página de Internet del gobierno estatal ha escondido la hoja de los estudios profesionales de los miembros del gabinete. Ahora se debe efectuar una verdadera cacería por los entresijos de datos para encontrarlos. Pero no sólo eso, quizá aprendiendo del error de Alfredo Ahuja, los títulos presentados sólo muestran el anverso del documento, ahí donde aparece la fotografía, pero esconden el reverso, donde aparecen los datos del Registro Federal de Profesiones, precisamente lo que permitió descubrir el fraude del anterior secretario de Economía y Turismo. Como están, los documentos no muestran, ni son garantía de nada. Si Ahuja Pérez sólo hubiera mostrado el anverso de su supuesto título, hasta hoy seguiría ostentándose como licenciado en Psicología, aunque con un apellido afrancesado por el error de ortografía del Perèz que le endilgaron.

Lo importante del caso, incluso cuando se obtenga la renuncia de la secretaria general de Gobierno después de mayo próximo, o cuando el de SEDAFP consiga su título, es que nos mostró la verdadera cara de un gobierno que no respeta ni siquiera las propias leyes que promueve. Es un gobierno simulador. Nos muestra, también, que quienes dirigen el gobierno tienen una marcada vena autoritaria y un acendrado voluntarismo que difícilmente les llevará hacia la transición democrática, pero seguramente empujará a la alternancia electoral en las próximas elecciones.

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 11 de abril de 2011.