6 de agosto de 2011

OAXACA: SUBEJERCICIOS Y REFRENDOS


Que alguien le ayude, debía ser el clamor de los oaxaqueños para con el gobernador oaxaqueño. No hay política pública que impulse, que no se vea obstaculizado por la incapacidad y la impericia de quienes nombró en su gabinete. Por desgracia, ya no es sólo su actuación cotidiana lo que demuestra indolencia, sino sus palabras reflejan desconocimiento de la mecánica administrativa gubernamental.
 
No sólo los diputados federales denuncian el subejercicio de los fondos federales. Cotidianamente leemos la queja de las asociaciones de profesionales, constructores, empresarios, comerciantes y ahora el gremio de los mercados, por la falta de liquidez en la economía. Todos coinciden en la ausencia de obras públicas. También los presidentes municipales, de todos los partidos, se quejan por la no autorización para la mezcla de recursos y en las obras concurrentes. Van y vienen por las oficinas gubernamentales estatales y nadie les hace caso; cuando los escuchan, siempre terminan diciendo que no hay dinero, porque la federación no ha enviado los recursos para obras.

Hasta donde sabemos, la Cámara de Diputados federal asignó a Oaxaca poco más de 58 mil millones de pesos. Un presupuesto que rebasó con creces lo asignado hasta entonces. El problema radica en la mayor parte de ese dinero debe ser licitado en concursos nacionales y concertado con las delegaciones federales. Ahí empezaron los problemas, porque las delegaciones federales están en manos de militantes del PAN y las principales dependencias gubernamentales en manos de perredistas, ex priistas y sedicentes priistas. Con el distanciamiento de los delegados federales y el desconocimiento administrativo de los nuevos funcionarios, era de esperarse el subjercicio. Para mediados de año, el cálculo de algunos dirigentes empresariales era de 20 mil millones de pesos. En los peores momentos de los gobiernos priistas, cuando los gobernadores sabían de “polaca”, pero nada de administración, los subejercicios llegaron como límite a un mil quinientos millones pesos.

Lo grave del asunto es que el gobernador Cué se escapa por la tangente, acusando al adelanto del año electoral por la reciente denuncia priista del subejercicio. En lugar de citar a la instancia de planeación para revisar los enredos administrativos de sus empleados, convoca al castigo del mensajero opositor. Pero también demuestra su incompetencia, porque desconoce qué es el refrendo administrativo.

Ojala alguien le pueda explica que nadie le va a quitar el dinero asignado al estado, sólo que lo no ejercido, hasta mediados de diciembre, se queda en los fideicomisos bipartitos y las líneas financieras federales y se aplicará como base en el presupuesto del año próximo. Con palos y bolitas, para ver si le entienden. Si este año les dieron 58 mil millones de pesos y sólo ejercen 38 mil millones, van a refrendar 20 mil millones; si el próximo año les autorizan 60 mil millones, en realidad el gobierno federal sólo desembolsará 40 mil millones, porque los otros 20 mil millones saldrán del refrendo de 2011. Eso querrá decir que, entre 2011 y 2012, los oaxaqueños habrán perdido 40 mil millones de pesos, tan necesarios para sacar a nuestros pueblos y a nuestra gente del atraso y la marginación. Ése es el tamaño del drama del subejercicio y de la incompetencia e inconciencia de nuestro gobernador y su gabinete de improvisados.

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 5 de agosto de 2011.