6 de enero de 2010

NO PASA NADA


FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 6 de enero de 2010.

“No pasa nada”, dijo el vice coordinador de la bancada panista en la Cámara de Diputados, Luis Enrique Mercado, al comentar los incrementos a las gasolinas y al gas, decretados el fin de año por el gobierno federal (La Crónica, 2/I/2010). Sin embargo, ya oímos el anuncio del presidente de los empresarios de los juguetes, anunciando el incremento del costo de estos productos en 30%, para esta llegada de los Reyes Magos.

Por eso, precisamente, el Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM, sostuvo que el incremento de los salarios mínimos solo tendrá un impacto marginal en la situación económica de los trabajadores del país. Es más, las alzas acrecentarán la brecha entre el poder adquisitivo de los salarios y los incrementos de precios que, solo en la presente administración, cayó un poco más de 37% (El Universal, 2/I/2010).

No es para menos. Aún con la ilusión de los mejores deseos para este año, los mexicanos recibimos el anuncio del gobierno federal panistas, incrementando el precio del gas LP, de 8.03 a 8.08 pesos por kilo en su promedio nacional. Pero también anunció el incremento del costo de la electricidad residencial. Además, por tercera ocasión, en menos de 15 días, volvieron a incrementar los costos de las gasolinas. Hoy la magna cuesta $7.88, $9.66 la Premium y $8.24 el diesel. Y cada mes habrá un incremento paulatino en el precio de las gasolinas.

En su justificación, el subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda, José Antonio Meade, argumentó que no incrementar los precios “obligaría (posteriormente) a imponer cargas fiscales mayores a consumidores y contribuyentes". Es la misma tónica del discurso del vice coordinador panista de los diputados; para él, los incrementos son para retirar privilegios indebidos (La Crónica, 2/I/2010).

Es obvio que todos estos incrementos repercutirán directamente en el costo de todos los productos y servicios que consumimos los mexicanos. Primero lo vamos a resentir cuando la señora nos diga que, lo poco que quedó del aguinaldo y las quincenas del año pasado, se están yendo como agua al pagar los alimentos en el mercado o el super. Además, a partir del primero de enero, cuando compremos algo, en lugar del 15%, vamos a pagar el 16% de IVA. Pero no solo eso. A fin de mes, vamos a ver reflejado el otro golpe en nuestras quincenas. De pagar el 28% de ISR, ahora nos van a descontar el 30% y todo, gracias a nuestros flamantes diputados que nos clavaron el diente, en lugar de obligar a los poderosos del dinero a pagar sus impuestos, como lo hacemos la mayoría de los mexicanos.

Mientras casi todo el mundo ha dejado atrás la crisis y sus secuelas, los mexicanos vamos a empezar a padecerla en nuestras familias este año. Hasta diciembre, fue una crisis macroeconómica, que la veían y la sentían el gobierno y los desempleados. A partir de enero, la van a conocer hasta los campesinos en las más alejadas montañas oaxaqueñas o mexicanas.

A pesar de todo esto, los panistas creen que serán factor decisivo en las elecciones a gobernador de este año y Calderón piensa que reencauzará el rumbo legislativo, para impulsar aún más la concentración del poder económico y político del país. Lo cierto es que los ciudadanos necesitamos un nuevo proyecto de nación y una nueva organización política. A ese empeño debíamos dedicarnos, para no lamentarnos por más crisis, más incrementos, más pobreza, además de la miseria humana de nuestros políticos.