18 de julio de 2008

MÓDULOS DE MAQUINARIA

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ
(Publicado en el periódico Tiempo de Oaxaca, Oax., el 18 de julio de 2008).

Hace poco, el gobierno del Estado ordenó una revisión de los módulos de maquinaria entregados, al inicio del sexenio, a las autoridades municipales en toda la entidad.
Como recordamos, los módulos de maquinaria comenzaron a operar en el sexenio del gobernador Heladio Ramírez y se consolidaron con Diódoro Carrasco. Se trataba de adquirir maquinaria pesada, con recursos estatales, para ser operados por las autoridades municipales.
La mayor parte de nuestros caminos son de terracería y, en la época de lluvias, se deterioran hasta casi desaparecer. Entonces, como ahora, el negocio de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes era contratar a empresas privadas para su arreglo, quintuplicando los costos, por lo que muy pocos caminos podían arreglar durante el año; pero, además, los recursos federales empezaban a ejercerse en el mes de julio, precisamente cuando arreciaban las aguas y se imposibilitaba cualquier trabajo físico en las montañas oaxaqueñas. Era un verdadero círculo vicioso: cuando se necesitaba y se podía trabajar, no había dinero; cuando llegaban los recursos, estaba lloviendo y no se podían ejecutar las obras.
Los módulos de maquinaria parecían ser la solución. Los problemas comenzaron, en el sexenio de Diódoro Carrasco, porque muchos se entregaron a las organizaciones políticas que comenzaron a reproducir el proceso de las corruptelas, pero ahora en su propio beneficio. Este proceso de perversión administrativa lo capitalizó la dirección de Caminos y Aeropistas de Oaxaca (CAO) en el sexenio de José Murat, concentrando las máquinas en las oficinas centrales y, posteriormente las desaparecieron. A partir de entonces, CAO y SCT volvieron a convertirse en el centro de los negocios de los contratistas, donde se ejercían millones de pesos para mal arreglar, con un simple rastreo, los ya malos caminos de terracería.
En este sexenio el proyecto volvió a retomarse. Todos los distritos rentísticos fueron dotados con un módulo de maquinaria, integrado por un trascabo, un tractor, una motoconformadora, dos camiones de volteo y una camioneta. El Gobernador planteó que las autoridades municipales debían priorizar y ejecutar los arreglos y aperturas de caminos en el estado.
El gran problema comenzó cuando CAO se convirtió en la operadora de los módulos. Desde un principio, esa oficina comisionó a un operador técnico para dirigirlos, y, en muchos casos, a los mismos operarios de las máquinas. Así, CAO transmitió a los módulos todo el esquema de burocratismo y corrupción que impera en su estructura administrativa.
En lo personal, me tocó observar el caso de un municipio al que el módulo de su microrregión le cobraba 420 mil pesos, por arreglar 20 kilómetros de terracería. Era la misma cantidad que una empresa privada le presupuestaba por el arreglo del mismo camino. Cuando este municipio ejecutó la obra, por administración directa, resultó que el arreglo del camino costó en total 62 mil 750 pesos.
Con el esquema operativo de CAO, los módulos de maquinaria nuevamente se convirtieron en negocios empresariales hechos con recursos públicos. A eso se debe que la gran mayoría de los presidentes municipales no acudan a ellos para el arreglo de sus caminos.
Ojalá que la revisión ordenada detecte los problemas operativos de un programa loable y sirva para corregir los errores. Ojalá los informes no sean el comienzo de un nuevo negocio, pero ahora bajo el control de la Secretaría Técnica que los revisa.