5 de diciembre de 2008

ABANDONO EDUCATIVO.


FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ.

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 5 de diciembre de 2008.

El 15 de octubre pasado, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), en el informe La ortografía de los estudiantes de educación básica, reveló que todos los niños en tercero de primaria y el 98 por ciento de los alumnos de sexto de primaria y tercero de secundaria tienen problemas para acentuar las palabras agudas y el pretérito de los verbos. Tampoco utilizan bien la transparencia grafemática: no usan correctamente la b y la v, ni la c y la s. Tienen problemas con las mayúsculas en las palabras y omiten frecuentemente la letra h.

Lo grave del caso es que los mejores resultados los obtuvieron los alumnos de escuelas primarias particulares, tanto en tercero como en sexto grados. Los estudiantes de planteles rurales de gobierno obtuvieron las calificaciones más baja, seguidos de escuelas de educación indígena.

Mientras los niños mexicanos tienen problemas educativos, los profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) lograban que, al menos en Quintana Roo, Guerrero y Oaxaca, se suspendiera la aplicación de la Alianza por la Calidad Educativa (ACE), una propuesta del gobierno federal para profesionalizar al magisterio, controlar la venta y la herencia de las plazas, evaluar los resultados académicos escolares y mejorar la infraestructura física de las escuelas. Su lucha se centra ahora en Michoacán, después de haber sido derrotados en Morelos.

En Oaxaca, los funcionarios del IEEPO y la Secretaría General de Gobierno demostraron que no saben leer las coyunturas y dejaron ir la posibilidad de acotar los desplantes del dirigente de la Sección 22. Hace unos días anunciaron que en Oaxaca no se aplicará la ACE, sino se propondrá un proyecto alterno para mejorar la educación básica, además de cerrar los módulos educativos creados cuando los profesores holgazaneaban en el zócalo de la ciudad y se establecía el compromiso de regresar 45 escuelas a manos de los líderes de la 22.

Parece clara la claudicación del gobierno para dirigir los destinos de la educación oaxaqueña, pero, eso sí, los funcionarios garantizan una precaria estabilidad política durante los primeros meses del próximo año. Lo que nadie dice, incluso la borregada magisterial de la Sección 22 lo ignora, es que las 45 escuelas devueltas son precisamente donde los módulos dejan de funcionar. No se regresan escuelas, solo dejan de trabajar las paralelas creadas con personal de la Sección 29; las escuelas donde esa Sección tiene mayoría continuarán trabajando, como hasta ahora. Eso, también, le permitirá a los radicales de la Sección 22 paralizar las clases en junio del próximo año, en medio del proceso federal electoral, para obtener las prebendas económicas anuales acostumbradas.

Nuestro problema es que al sindicato magisterial oaxaqueño no le importa la calidad educativa, ni el gobierno termina por comprender su estrategia política. El sindicato busca demostrar la ingobernabilidad en la entidad y la incapacidad administrativa de los funcionarios para aplicar las normas institucionales de convivencia, además del beneficio económico personal de sus líderes, y, de paso, obtener mejoras salariales para las masas magisteriales movilizadas. A nadie le importa la calidad de la educación oaxaqueña, porque, por su parte, nuestros funcionarios viven al día y pensando solo en el cargo político-electoral siguiente, aplicando la máxima del gobierno foxista: “¡Que se pudra Oaxaca!”.