FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ
Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 9 de junio de 2010.
El PRD nació como un proyecto para unificar a la izquierda y pelear por el poder. Se formó bajo los signos de la adversidad, pero también de la ilusión. En ese entonces, en la década de los 80, el principal partido de izquierda, el PSUM heredero del Partido Comunista, había logrado el reconocimiento oficial, tenía presencia en la Cámara de Diputados Federal y la COCEI gobernaba en su nombre en el municipio de Juchitán, Oaxaca; se juntaron con ellos, el ala izquierda del PRI: Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Navarrete, entre los principales, para fundar el Partido de la Revolución Democrática.
Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador, la lucha por los principios se transfiguró en la lucha personal por el poder. Andrés Manuel llevó al PRD los peores vicios del trasnochado priismo caciquil. El mesianismo tropical, le ha llamado la derecha, para definir un estilo político, donde el líder decide y todo se le perdona, incluso la corrupción ejercida por sus subalternos, como lo fue René Bejarano, el “Señor de la ligas”.
El paso siguiente fue un cuestionado triunfo de Jesús Ortega, amparado por una resolución judicial, muchos dicen que con la bendición presidencial. Cualquier duda que pudo suscitarse se desvaneció, cuando, poco después, se anunció la controversial alianza entre el supuesto partido de la “izquierda” opositora con el de la derecha en el poder, contra el partido de centro opositor. No solo eran aliados el PRD “chuchista” y el PAN calderonista, también ahora nos muestran que son secuaces, Jesús Ortega y César Nava, en la defensa de “Greg” Sánchez.
Ya en enfilados en el tobogán del desfiguro ideológico, el perredismo se olvidó de cuidar las formas elementales de la política. En Quintana Roo, sin posibilidad de la ruptura priista, se abrazaron a un verdadero malviviente de la política, quien, de lumpenproletario pasó a las filas del perredismo redentor: de músico a evangelizador, de presidente municipal perredista de Benito Juárez-Can Cun a candidato a gobernador. Nadie de la dirigencia perredista se preocupó por indagar los antecedentes propios y familiares del candidato Gregorio Sánchez Martínez.
Tuvo una infancia precaria, en su natal Guerrero. Dice ser ingeniero, pero no muestra documentos oficiales. Algunos de sus familiares tienen no muy claros antecedentes. En 2004, fueron detenidos en Chiapas su hermana Magdalena Sánchez Martínez y su esposo Carlos Gasca, acusados de lavado de dinero de más de 300 mil dólares, cuyo origen no pudieron explicar. Poco después, se vincula a “Greg” con el intento de homicidio de su jefe de seguridad, Hugo Hernández. Según la policía, quien planeó el ataque fue su hermano Antonio, quien cuenta con una orden de aprehensión en el estado de Chiapas por los delitos de robo calificado y daños calificados en el juzgado mixto de Chiapas de Corzo.
En 2006, sus dos hermanos, Daniel y David Enrique Sánchez Martínez fueron detenidos por el Ejército y la Policía Federal, por estar relacionados con el narcotráfico. Feliciano Sánchez Martínez, otro de sus hermanos, está internado en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, donde se dedicaba a los secuestros. Además, Feliciano purgó otra sentencia de ocho años en el Reclusorio Oriente de 1989 a 1997, por posesión de 700 kilogramos de marihuana y trafico de vales de gasolina robados.
De acuerdo con el resolutivo del juez segundo de Distrito, en Nayarit, “Greg”, el candidato perredista de Quintana Roo, es probable responsable del delito de delincuencia organizada, en la hipótesis de ilícitos contra la salud y tráfico de indocumentados. Hasta dónde llegó el pragmatismo del perredismo de Jesús Ortega.
Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 9 de junio de 2010.
El PRD nació como un proyecto para unificar a la izquierda y pelear por el poder. Se formó bajo los signos de la adversidad, pero también de la ilusión. En ese entonces, en la década de los 80, el principal partido de izquierda, el PSUM heredero del Partido Comunista, había logrado el reconocimiento oficial, tenía presencia en la Cámara de Diputados Federal y la COCEI gobernaba en su nombre en el municipio de Juchitán, Oaxaca; se juntaron con ellos, el ala izquierda del PRI: Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Navarrete, entre los principales, para fundar el Partido de la Revolución Democrática.
Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador, la lucha por los principios se transfiguró en la lucha personal por el poder. Andrés Manuel llevó al PRD los peores vicios del trasnochado priismo caciquil. El mesianismo tropical, le ha llamado la derecha, para definir un estilo político, donde el líder decide y todo se le perdona, incluso la corrupción ejercida por sus subalternos, como lo fue René Bejarano, el “Señor de la ligas”.
El paso siguiente fue un cuestionado triunfo de Jesús Ortega, amparado por una resolución judicial, muchos dicen que con la bendición presidencial. Cualquier duda que pudo suscitarse se desvaneció, cuando, poco después, se anunció la controversial alianza entre el supuesto partido de la “izquierda” opositora con el de la derecha en el poder, contra el partido de centro opositor. No solo eran aliados el PRD “chuchista” y el PAN calderonista, también ahora nos muestran que son secuaces, Jesús Ortega y César Nava, en la defensa de “Greg” Sánchez.
Ya en enfilados en el tobogán del desfiguro ideológico, el perredismo se olvidó de cuidar las formas elementales de la política. En Quintana Roo, sin posibilidad de la ruptura priista, se abrazaron a un verdadero malviviente de la política, quien, de lumpenproletario pasó a las filas del perredismo redentor: de músico a evangelizador, de presidente municipal perredista de Benito Juárez-Can Cun a candidato a gobernador. Nadie de la dirigencia perredista se preocupó por indagar los antecedentes propios y familiares del candidato Gregorio Sánchez Martínez.
Tuvo una infancia precaria, en su natal Guerrero. Dice ser ingeniero, pero no muestra documentos oficiales. Algunos de sus familiares tienen no muy claros antecedentes. En 2004, fueron detenidos en Chiapas su hermana Magdalena Sánchez Martínez y su esposo Carlos Gasca, acusados de lavado de dinero de más de 300 mil dólares, cuyo origen no pudieron explicar. Poco después, se vincula a “Greg” con el intento de homicidio de su jefe de seguridad, Hugo Hernández. Según la policía, quien planeó el ataque fue su hermano Antonio, quien cuenta con una orden de aprehensión en el estado de Chiapas por los delitos de robo calificado y daños calificados en el juzgado mixto de Chiapas de Corzo.
En 2006, sus dos hermanos, Daniel y David Enrique Sánchez Martínez fueron detenidos por el Ejército y la Policía Federal, por estar relacionados con el narcotráfico. Feliciano Sánchez Martínez, otro de sus hermanos, está internado en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, donde se dedicaba a los secuestros. Además, Feliciano purgó otra sentencia de ocho años en el Reclusorio Oriente de 1989 a 1997, por posesión de 700 kilogramos de marihuana y trafico de vales de gasolina robados.
De acuerdo con el resolutivo del juez segundo de Distrito, en Nayarit, “Greg”, el candidato perredista de Quintana Roo, es probable responsable del delito de delincuencia organizada, en la hipótesis de ilícitos contra la salud y tráfico de indocumentados. Hasta dónde llegó el pragmatismo del perredismo de Jesús Ortega.