El día de Reyes pasado, 6 de enero, el secretario de Finanzas, Gerardo Cajiga, anunció sonriente: “tal y como lo informó el gobernador Gabino Cué, durante su sexenio no habrá reemplacamiento...” Ayer, el Gobernador le corrigió la plana. Aceptó que habrá reemplacamiento, porque hay un programa que obliga a hacerlo cada tres años, aunque, dorando la píldora, reflexionó sobre la posibilidad que el trámite “se realice sin cargo para los automovilistas”. (Tiempo 1/II/2011)
Cuando analizamos la declaración completa de Cajiga, podemos entender por qué, desde la campaña política, el equipo opositor se opuso rotundamente a cualquier posibilidad de quitar la ilegal tenencia federal y reducir los onerosos impuestos cobrados por el gobierno estatal. Con el pago de la tenencia vehicular se busca recaudar un poco más de 220 millones de pesos, porque, para este año, los impuestos, como el de la alfabetización, subieron en un 12%, mientras los otros de transporte casi 15% con respecto del año anterior. Así, sólo por las placas, un ciudadano oaxaqueño pagará 699 pesos, un aumento de 83.88 pesos más que el año anterior. A eso hay que agregarle el pago de engomados, revista vehicular y la tenencia federal, el más caro, dependiendo de los años adeudados.
Al golpe le estuvieron dando vueltas durante varias semanas. El 27 de enero pasado, el secretario de Seguridad Pública, Marco Tulio López Escamilla, informó del inicio “de un operativo para detener vehículos que no cuenten con placas actualizadas, para garantizar la seguridad de la sociedad en general, ya que muchos vehículos sin placas son usados para cometer actos delictivos.” (Tiempo, 27/I/2011). Ante las quejas suscitadas, porque el anuncio implicaba que la policía preventiva asumiría funciones de tránsito municipal y estatal, el funcionario reculó, para especificar que el programa sería en dos etapas: en la primera, se haría conciencia de la necesidad de regularizar la documentación de los vehículos y, en la segunda, se procedería al decomiso de las unidades que tuvieran placas atrasadas o circularan sin placas. El secretario siempre habló de regularizar la tenencia vehicular y sólo para justificar la medida argumentó que en vehículos sin placas se cometían ilícitos.
En realidad, los hechos son claros. El gobierno estatal necesita dinero y la manera más fácil de obtenerlo es el reemplacamiento vehicular y la amenaza permanente de la detención de los vehículos que no tengan sus documentos -incluyendo las placas- actualizados. Pero no se han percatado que, en el esquema propuesto por el Secretario de Seguridad Pública, van a abrir las llaves de la corrupción, porque ahora no sólo serán los elementos de tránsito quienes pedirán la tradicional “mordida” para no detener los vehículos, sino también agregaremos a los policías en el esquema del cohecho.
Por lo demás, el emplacamiento vehicular oaxaqueño es el más caro de todo el país. Por eso, si observamos bien, en las calles ahora circula una creciente cantidad de vehículos con placas de otros estados, especialmente de Puebla y el Distrito Federal. No son vehículos irregulares, lo que pasa es que allá la tenencia vehicular es 30% más barato que en Oaxaca.
Ojalá los funcionarios del gobierno estatal se pongan de acuerdo y tengan una estrategia definida sobre los asuntos de la seguridad, el reemplacamiento, los impuestos y no estén dando golpes de ciego, de acuerdo a las ocurrencias del momento y según el humor del funcionario correspondiente.
Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 2 de febrero de 2011.