11 de septiembre de 2009

DERECHA CONSERVADORA

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 11 de septiembre de 2009.

Con pleno conocimiento de las limitaciones intelectuales de la derecha en el poder, hace poco más de un mes decía que los panistas no terminaban entender que el pueblo mexicano les había propinado una de sus peores derrotas, el 5 de julio pasado, por su incapacidad administrativa y su inhabilidad política.

Voltear los ojos hacia la gente, es una propuesta inadmisible para la derecha, de cualquier partido donde militen, porque una de sus banderas fundamentales es la de incrementar la brecha de la desigualdad, para crear una pequeña minoría de ricos, muy ricos, sin importarles la gran cantidad de pobres, muy pobres, generados en el proceso. En el fondo, la derecha conservadora parte del supuesto de que la existencia de una minoría muy enriquecida, más el control de las fuerzas policiacas y militares, les garantiza el control de un país. Nunca ha entendido que esta política económica solo les ha conducido al suicidio político.

Por eso, no es extraña esta propuesta de Felipe Calderón para, supuestamente, salir de la crisis económica. Pretende subir los impuestos a todo aquello que consumen los mexicanos, desde la gasolina, hasta los chicles. En la práctica, también el IVA sube al 17% y los alimentos y medicinas se graban con un dos por ciento.

En todos los países del mundo, los gobiernos recortan impuestos; incluso, en Estados Unidos, regresaron impuestos a los contribuyentes. La idea es clara: esos gobiernos buscan generar ahorro interno, para reactivar el mercado. Quieren dinero circulante, para que la gente compre, se venda la mercancía hoy almacenada y las fábricas produzcan más, generando más ingresos y más empleos, para salir de la recesión y reactivar la economía. Esta política económica, al parecer, está dando buenos resultados en Norteamérica y en Europa. Pero aquí, nuestro obtuso gobierno federal plantea exactamente lo contrario: quiere más impuestos, para tener más dinero para gastar, aunque la economía siga en el tobogán del desastre financiero.

En el delirio de imponer su visión derechista, aunque la gente los haya derrotado, nadie del gobierno recuerda que, a fines del mes pasado, la Auditoría Superior de la Federación documentó que, en el primer año del gobierno de Calderón, los grandes consorcios privados no pagaron 43 mil 864 millones de pesos por obligaciones fiscales. (La Jornada, 27/08/2009). Casi un sexto del famoso boquete económico anunciado por el secretario Carstens.

En ese mismo mes, la Secretaría de Hacienda informó que el gobierno federal dilapidó seis de cada diez pesos de los fondos de estabilización creados en el auge de los precios del petróleo. El dinero se tiró en el caño del gasto corriente, haciéndolo crecer de poco más de medio billón de pesos en 2001, a un billón 181 mil 911.6 millones de pesos, en 2008 (119 por ciento): otro tanto se fue a servicios personales de la burocracia que aumentó en 68.6 por ciento, entre diciembre de 2001 y diciembre de 2008 (La Jornada, 30/08/2009). Estos fueron algunos de los pésimos resultados de los gobiernos panistas.

Ojalá los diputados priistas oaxaqueños comprendan que el reto no es sólo lograr “un presupuesto histórico para el Estado”, sino evitar que todos los oaxaqueños sean exprimidos por esta succionadora federal. Ahora esperemos la declaración de apoyo del filántropo y los miniempresarios oaxaqueños a este tramposo incremento del IVA, pero imploren la disminución del ISR, para no lesionar la economía empresarial.