23 de diciembre de 2009

LA CUESTA DE ENERO


FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 23 de diciembre de 2009.

Para nuestra desgracia, la cuesta de enero comenzó anticipadamente. El fin de la semana pasada, el gobierno federal autorizó el incremento de la gasolina magna de 7.72 a 7.77 pesos y el diesel de 8.13 a 8.16 pesos. El aumento incrementará, también, los precios de todos los productos que consumimos les mexicanos.

También, la semana pasada nos enteramos que el incremento de los salarios mínimos será de 4.85 por ciento para 2010. Para Oaxaca, el nuevo salario mínimo será de 54.47 pesos diarios. Una verdadera miseria comparada con el incremento del costo de la vida a partir de esta semana. El aumento del salario mínimo es importante, porque nos muestra el parámetro de los próximos incrementos salariales. En definitiva, para el próximo año, los incrementos salariales serán menores al incremento real del costo de la vida.

Éste no es un descubrimiento económico de los panistas en el poder. Es una política definida desde el gobierno del presidente Miguel de la Madrid, cuando los neoliberales priistas tomaron uno de los postulados teóricos de los monetaristas de Milton Friedman, planteando la necesidad de mantener los salarios por debajo del incremento de los precios, para evitar el incremento de las tasas de inflación. Si bien esta estrategia económica ha dado buenos resultados para equilibrar la macroeconomía, ha descalabrado la economía familiar de la población mexicana. Pero es benéfica para las grandes empresas y la concentración de la riqueza, al permitir el enriquecimiento desmedido de no más de diez familias y el empobrecimiento acelerado de la mayoría de la población.

En la actualidad, en estas políticas económicas han puesto su parte, tanto el gobierno federal panista, como los diputados de todos los partidos políticos. El primero, con el argumento del retiro del subsidio a la gasolina para no beneficiar a los mexicanos más ricos del país, como de manera irresponsable lo declaró recientemente el vice coordinador de los diputados panistas, Luis Enrique Mercado, sin terminar de comprender que el subsidio a la gasolina tenía como finalidad impedir el incremento de los precios de los productos de primera necesidad, trasportados en vehículos que consumen diesel y gasolina magna. Por cierto, no se incrementó el precio de la gasolina premium, ésa que usan los autos nuevos y los deportivos de los pudientes de México.

En el incremento del costo de la vida, también pusieron su parte los diputados federales, cuando, en lugar de grabar las ganancias de las grandes empresas y obligarlos a pagar al fisco los impuestos evadidos, mejor incrementaron el IVA del 15 al 16 por cierto y subieron el ISR del 28 al 30 por ciento.

Por eso, me llama mucho la atención la gira de Eviel Pérez, el coordinador de los diputados federales oaxaqueños, anunciando como un gran triunfo el presupuesto autorizado para Oaxaca, sin aclarar que la mayor parte se irá en el pago a los profesores de la Sección 22 y el ejercicio político de los delegados federales panistas para las dádivas de los programas asistenciales. También serán muy felices los contratistas y los funcionarios públicos que se llevan el 10% en cada obra autorizada; además de los ejecutores de obra públicas programadas, pero nunca ejecutadas, aunque sí justificadas; ésos cuyas esposas manejan camionetas de lujo, compran departamentos y casas en el Distrito Federal y ahora también en algunas ciudades de Estados Unidos y Canadá. Ellos sí tendrán una feliz Navidad y un próspero Año Nuevo.

19 de diciembre de 2009

LA REELECCIÓN CALDERONISTA

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 19 de diciembre de 2009.

Hace unos días, el presidente Felipe Calderón presentó una iniciativa de reformas para modificar la forma de hacer política en el Congreso de la Unión y los estados de la República. Se le olvidó, o quizá obvió, la necesaria reforma al presidencialismo priista que, a leguas se observa, está totalmente desfasado en estos momentos.

En general, la propuesta sólo nos ratifica la insensibilidad de la derecha política. Esta corriente política se identifica por su deseo manifiesto de la concentración del poder.

En la cuestión económica, dieron una larga batalla, casi desde inicio del siglo XX, para consolidar la propiedad privada y la desigual distribución del ingreso en el país. No fue sino, hasta finales de ese siglo, cuando, con los presidentes neoliberales priistas y después con los panistas, lograron concretar el asalto al aparato de Estado mexicano. Desde entonces, lo que venía siendo un avance paulatino, se convirtió en una cascada de leyes para legalizar la concentración del ingreso en muy pocas manos. El resultado ya lo conocemos. Según José Narro Robles, rector de la UNAM, “México es uno de los países con mayor desigualdad, ya que sólo 1 por ciento de los hogares concentra 9.2 por ciento del ingreso total nacional; mientras, en el otro extremo, 1 por ciento de las familias más pobres sólo obtiene 0.07 por ciento de dicho ingreso, es decir 130 veces menos.” (Milenio, 30/I/2009).

Su siguiente paso va a ser el intento de la concentración del poder político. La primera llamada es esta propuesta del presidente Calderón para legislar la reelección de los diputados, senadores y presidentes municipales, en un primer momento para prorrogarles el mandato por hasta 12 años. Si bien pareciera ser la zanahoria para aprobar otras disposiciones legales, en realidad es el meollo de toda la reforma y tiene una larga cola por detrás. A la reelección por un periodo de tiempo determinado, le seguirá, después, la reelección indefinida; ya encarrerados, ¿cuánto más aguantarán para proponer la reelección que realmente le interesa a la derecha política: la de gobernadores y del presidente de la República?

No está por demás observar quiénes han apoyado inmediatamente la propuesta. Obviamente, la dirigencia panista la calificó como “una propuesta ambiciosa y representa un avance fundamental”, pero también, inmediatamente la avalaron las cámaras empresariales. El Consejo Coordinador Empresarial la calificó como “una reforma orientada a apuntalar un esquema democrático auténticamente deliberativo, en el que se acaten las decisiones de las mayorías, se respeten los derechos de las minorías y se salvaguarde el régimen de libertades”. La Confederación Patronal de la República Mexicana la describió como “un parteaguas para terminar con los vicios de un sistema político que ya no responde a la realidad nacional” y el presidente de la Confederación Nacional de Cámaras Industriales, consideró que “con esta propuesta de reforma, se puede avanzar en despolitizar a la economía y lograr avances en el desarrollo del país” (Milenio, 16/XII/2009).

Sin embargo, lo verdaderamente importante es observar que la reelección, en ningún momento ha servido para alcanzar la verdadera democracia en el país. En el siglo XIX, solo sirvió para crear la dictadura más nefasta, la de Antonio López de Santa Anna, que terminó vendiendo la mitad del país a Estados Unidos. Poco más tarde, el presidente Benito Juárez tuvo la inmensa fortuna de morirse a tiempo y no terminar en el vituperio de la permanencia en el poder; sólo se reeligió 2 periodos consecutivos, después del triunfo de la República. A fines de ese siglo, el liberal Porfirio Díaz peleó sus dos revoluciones al amparo de la consigna política de la “no reelección”, sólo para caer enredado en el fino tejido de los conservadores de su tiempo y reelegirse durante treinta años consecutivos. En el siglo XX, Francisco I. Madero levantó a México en armas con el lema del “Sufragio efectivo. No reelección”, el mismo que fue lema oficial de las autoridades priistas, hasta la llegada de los panistas al poder. A principios del siglo pasado, el general Álvaro Obregón, al igual que Porfirio Díaz y ahora el presidente Calderón, impulsaron una legislación que sólo les permitía la reelección para un periodo de gobierno. Poco después de aprobada, Díaz la hizo indefinida y a Obregón le costó la vida, ya no le dio tiempo de hacerla indefinida.

16 de diciembre de 2009

INEXACTITUDES DEL COPLADE

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 16 de diciembre de 2009.

Don Bulmaro Rito no debía estar muy contento con las cifras de la pobreza que dio en su pasada comparecencia, ni mucho menos enarbolar el ranking de la pobreza multidimensional de la Comisión Nacional de Evaluación (Coneval). En última instancia, lo que mide la cifra del cuarto lugar de Oaxaca del Coneval, contra Puebla en el tercero, es la disparidad de la pobreza en ámbitos territoriales. Es decir, en Puebla hay muy pocos ricos, muy ricos, que viven en pocos municipios muy ordenados y con todos los servicios urbanos y asistenciales, mientras que en Oaxaca hay muchos pobres, muy pobres, que viven en muchos municipios con algunos servicios asistenciales o urbanos.

Esos son los datos inmediatos que se pueden observar en la tabla anexa a la que observó el Coplade. Ahí se establece que el 27.6% de la población oaxaqueña se encuentra en estado de pobreza multidimensional extrema, contra el 18.1% del estado de Puebla y el 34.4% de los oaxaqueños se consideran en el rango de la pobreza multidimensional moderada, contra el 45.9% de los poblanos. Los datos y las tablas del Coneval sirven para profundizar el análisis, pero si sólo se muestra una cifra, llevan irremediablemente al error de la celebración triunfal de avances inexistentes.

Lo que sí demuestran los datos esgrimidos por el Coordinador del Coplade, es que Oaxaca es uno de esos estados donde mayor dinero ha destinado el gobierno federal en los programas asistenciales contra la pobreza. Pero, con la modalidad de la focalización, lo único que han logrado es bajar los indicadores, sin ningún avance en la estructura social. Es la crítica constante a los programas federales: son asistencialistas y no resuelven el problema de la pobreza. Es dar un bocado a los pobres, sólo para que no se mueran de hambre, aunque al día siguiente sigan tan hambrientos como el día anterior.

La tabla de la que tomó Coplade el dato que pretende mostrar como avance del desarrollo y el progreso en Oaxaca es engañosa, por decir lo menos. A fin de cuentas, las estadísticas oficiales de los regímenes presidenciales del PAN no tienen una consistencia científica y están hechas para cubrir apariencias políticas. Los datos del Coneval, lo único que han logrado, es enmarañar el entendimiento de la pobreza en México y no sirven como medida de posiciones estatales o municipales. Sirven, sí, pero como datos estadísticos para focalizar el impacto de la asistencia federal: para bajar algunos índices, aunque no sirva para gran cosa, pero ayuda a lavar la cara del régimen ante el exterior, o para que algún Coordinador de los coplades estatales los usen equivocadamente, como datos duros de avances estadísticos.

Por otra parte, es una verdadera lástima que los diputados no cuenten con un equipo técnico que les permita analizar las presentaciones de los funcionarios públicos, para así convertir las comparecencias en verdaderos foros de aclaración de las políticas públicas y no solo en la maroma y teatro que observamos hoy en día. Las comparecencias, lejos de servir para profundizar la información vertida en el informe del Gobernador, solo están sirviendo como medida del rechazo de los funcionarios estatales y como muestra de la ignorancia de los diputados locales.

15 de diciembre de 2009

POLÍTICAS PÚBLICAS EQUIVOCADAS

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 12 de diciembre de 2009.

En la mayor parte del territorio estatal, la gente vive en un entorno de comunidades solidarias, pero el gobierno no se percata de esa realidad social y propone un desarrollo basado en una completa irrealidad social. En lugar de considerar las condiciones reales en que se desenvuelven los oaxaqueños, consolidar e impulsar las fortalezas de esas sociedad solidarias y comunitarias, inyectar recursos a sus proyectos y procesos de desarrollo económico, fortalecer la cultura de solidaridad social, promover la visión de la administración pública como servicio comunitario e impulsar el manejo y el conocimiento de las técnicas empresariales para el incremento de la productividad y el crecimiento económico, los gobiernos estatales impulsan y promueven una visión de desarrollo basado en la empresa privada, a partir de los planteamientos y las estrategias de desarrollo que le marca el gobierno federal, cuyos planes de desarrollo están basados en organizaciones y entornos sociales diferentes a los de Oaxaca.

Esa es la causa y razón fundamental por la que durante casi 30 años, los gobiernos estatales de Oaxaca han invertido multimillonarias sumas de dinero en procesos que identifican como desarrollo y cuyos únicos resultados han sido el incremento de la desigualdad, la pobreza, la miseria y la marginación social.

En la realidad, con el proceso de planificación psicótica, los gobiernos estatales han metido a las comunidades locales en un proceso de choque cultural. Mientras los habitantes de las localidades se desempeñan en entornos solidarios, con propiedades colectivas y basan sus relaciones cotidianas en la cooperación y la solidaridad, los gobiernos estatales los inducen a tener un comportamiento totalmente diferente, en mucho basado a lo que J. M. Keynes alguna vez sintetizaba como el egoísmo, la avaricia y la usura: “Por lo menos durante otros cien años más, debemos simular ante nosotros mismos y ante cada uno que lo bello es sucio y que lo sucio bello es, porque lo sucio es útil y lo bello no lo es. La avaricia, la usura y la precaución deben ser nuestros dioses por un poco más de tiempo todavía.”

Esa triada que es la base del sistema de la apropiación privada de los excedentes.

Los gobiernos, estatal y federal, ni permiten la consolidación de las bases comunitarias de la organización económica y social de los pueblos oaxaqueños, ni tampoco los convencen para que se apropien de la ideología del interés y la ganancia, como medio de convivencia cotidiana. En ese choque de culturas, los oaxaqueños han caído en el círculo vicioso de la falta de apoyos y recursos, improductividad de sus tierras y empresas, pérdida de empleos, constante y creciente migración, pobreza y marginación, cerrazón ante el cambio y la innovación, retiro de apoyos y falta de recursos económicos.

La inexistencia de ahorro interno y la falta de acumulación de capital ha conducido a una dinámica viciosa de incapacidad de la sociedad oaxaqueña para impulsar una dinámica virtuosa de crecimiento constante que permita incrementar el PIB per cápita y el PIB estatal, mucho menos para alcanzar los mejores niveles de bienestar que la sociedad merece.

Los bajos índices de desarrollo humano, de marginalidad y, en general de todos los índices medidos en la entidad, producto de varias décadas de políticas públicas equivocadas, nos deben llevar a concluir que en Oaxaca, el gobierno se ha equivocado en la identificación de los sujetos sociales del desarrollo. Actualmente, los actores del proceso son las autoridades municipales, los comisariados de bienes comunales y ejidales, y las organizaciones productivas de los municipios. Son ellos quienes tienen capitales, propiedades y viven en redes solidarias. Su problema, para ingresar al círculo virtuoso del desarrollo, estriba en no contar con una base jurídica, política y administrativa que los convierta en sujetos del desarrollo de sus comunidades. Por eso, es urgente fortalecer su autosuficiencia social, para su conversión de actores a sujetos de su propio desarrollo.

12 de diciembre de 2009

LA DERECHA

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 11 de diciembre de 2009.

A grandes rasgos, podemos plantear la existencia de tres grandes tipos de derecha: la conservadora, la liberal y la filantrópica.

La derecha conservadora es la vinculada a los grandes intereses económicos. Los clásicos griegos la definieron como oligarquía. Es, pues, una derecha oligárquica, que busca incrementar la riqueza de unos pocos propietarios, sin importarle la mecánica utilizada ni la cantidad de sufrimiento humano generado. En su origen, esta derecha se consolidó con el esclavismo y de ahí esta actitud antihumana para obtener ganancias económicas, sin importarles reglas sociales, leyes o enunciados éticos. Hoy en día, son quienes impulsan los golpes militares y ven con afecto los gobiernos duros y represivos.

La derecha liberal es la que supo leer y comprendió el mensaje de las grandes hecatombes sociales que originaron el desquiciamiento de la derecha conservadora; para ellos, los movimientos y las revoluciones sociales son fuentes de conocimiento para evitar desgracias políticas futuras. Es una derecha ilustrada, que ha estudiado y toma conciencia de los movimientos sociales que han decapitado, política y físicamente, a la derecha conservadora; pero también comprenden que esos movimientos llevan a la destrucción de la base económica que los sustenta. Es la derecha de las reformas, del cambiar un poco, para que todo siga igual.

Junto a ellos, convive una curiosidad social: la derecha filantrópica, a quienes les mueve un sentimiento de culpa hacía lo que su estrato económico, su clase social, ha logrado mediante la explotación humana. Sin plantearse modificar la estructura económica, la desigualdad y la injusticia social prevaleciente, pretende apoyar a individuos de los otros estratos para paliar sus grandes carencias económicas y sociales. La derecha filantrópica no ve los problemas sociales, para ellos sólo existen individuos con dificultades económicas y sociales, y, por eso, su propuesta es darles asistencia y dádivas para sobrellevar, no solucionar, los problemas económicos que la propia organización económica que esa derecha defiende y ejecuta, les está produciendo.

Una de las características fundamentales de la derecha es su insistencia y persistencia para negar todo trato a estratos sociales o agrupaciones; para ellos, la sociedad no debía existir, sino solo individuos, porque, en la medida en que segregan a las personas, evitan las fuerzas organizadas capaces de enfrentarlos y producir problemas sociales y políticos. Cuando atomiza la participación social y logran tratar sólo con individuos, adquieren mayor ventaja sobre los demás.

La supuesta igualdad legal, basada en la igualdad de las personas ante la ley, sin considerar la existencia de la desigualdad económica que esta derecha ha hecho a través de la historia, es, en la práctica, una verdadera falacia. A pesar de ello, insisten en ese trato para establecer relaciones con su entorno social, sin entender que la sociedad busca participación y no solamente interlocución: igualdad económica, para entrar en el terreno de la verdadera libertad.

Ése es el entorno donde se han empantanado las utopías sociales de los últimos tres siglos. Es tiempo de intentar nuevos caminos. Igualdad jurídica y económica son los caminos que pueden conducir a la sociedad democrática y con justicia social que tanto ha negado la derecha, en cualquier lugar geográfico y en cualquier tiempo de la historia.

7 de diciembre de 2009

LA PLANEACIÓN PSICÓTICA OAXAQUEÑA

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 7 de diciembre de 2009.

A pesar de la precisión de los diagnósticos de los planes estatales de desarrollo, desde 1981 a la fecha, sobre una sociedad oaxaqueña basada en la propiedad colectiva de los recursos naturales, a la hora de plantear los objetivos del desarrollo estatal, los gobiernos estatales impulsan el fomento y la consolidación de las empresas privadas, porque consideran que solo ellas pueden incrementar la productividad, la eficacia y la eficiencia en el proceso de transformación de la materia prima, generar manufacturas con alto valor agregado y mejores precios en el mercado, crear más empleos con mejores niveles salariales, además del ahorro personal y colectivo, generando también ingresos a las tesorerías de gobierno, en procesos crecientes que conducen de la riqueza individual a la riqueza social, mejorando los niveles de bienestar para la población en general, especialmente para aquellos que estuvieran laborando en estas factorías con tecnología de punta y eficientemente productivas. Un verdadero sueño guajiro.

Por eso, después de los diagnósticos, los planes plantean un proceso de planificación, donde la mayor parte de las políticas públicas están enfocadas a la creación de una sociedad sana físicamente, para que puedan rendir mejor en las empresas; más y mejor educadas, para que sean mano de obra eficaz y eficiente; se buscan mejores sistemas de infraestructura social, para permitirle a las empresas instalarse en entornos favorables y poder comercializar óptimamente sus productos; una sociedad democrática, donde las diferencias se diriman en los entornos institucionales, evitando los conflictos sociales que tensan las relaciones sociales e inducen a la confrontación social, con los resultados de movilizaciones, bloqueos de caminos y carreteras, y la inactividad económica y social. Por último, una administración pública moderna y eficiente, para optimizar los escasos recursos económicos, a fin de crear las condiciones óptimas para el desarrollo empresarial y otorgar los mejores servicios para crear un entorno de mayor atractividad para la inversión privada foránea, aunque también es cierto que los pueblos salen ganando, porque también se les brindan la infraestructura social.

Así, aunque la sociedad oaxaqueña se basa en la propiedad colectiva de los recursos naturales, y su organización social y comunitaria impulsa la apropiación colectiva de excedentes, la planificación del desarrollo de los gobiernos estatales busca crear las mejores condiciones para la creación y consolidación de las empresas privadas, basadas en la apropiación privada de los excedentes. Creyendo ¿ingenuamente? que la mayor acumulación de capital permitirá el rebosamiento de la riqueza individual, que induzca a los empresarios privados a invertir en empresas cada vez más modernas y con mejores niveles salariales, para así alcanzar el desarrollo deseado, con los diferentes adjetivos que cada régimen propone: moderno, integral o sustentable.

Ésa es la planeación psicótica del desarrollo estatal oaxaqueño.

Aunque la psicosis es un término genérico utilizado en psicología, el término bien puede utilizarse para referirse al proceso de planificación efectuado en el Estado de Oaxaca, desde la década de los 80. En esa rama de la ciencia se utiliza para referirse a un estado mental descrito como una pérdida de contacto con la realidad. Es esa precisamente la situación de los gobiernos estatales, pues en sus planes de desarrollo elaboran un diagnóstico muy realista y, sin embargo, en el momento cuando los responsables del documento plantean los objetivos, las estrategias, políticas y líneas de acción, dejan de referirse a esa realidad, para trazar otra totalmente diferente.

Según los expertos, “las personas que experimentan psicosis pueden presentar alucinaciones o delirios y pueden exhibir cambios en su personalidad y pensamiento desorganizado”. Nada mejor para describir la actuación gubernamental oaxaqueña, al plantear como objetivo y fin un proceso de crecimiento económico basado en la empresa privada y su vinculación con todas las áreas de la sociedad para impulsar un desarrollo económico basado en la apropiación privada de los excedentes, a partir del incremento de la productividad y la competitividad, cuando ellos mismos, en sus diagnósticos, reconocen la inexistencia de las estructuras de propiedad y de organización que pudieran impulsar el proceso de acumulación y desarrollo clásico del capitalismo. Esta situación ha llevado a un choque cultural y económico, donde ni se consolida la forma tradicional de organización, ni logran aclimatar la propuesta nacional del desarrollo empresarial privado, impulsada desde las instancias del gobierno federal.

4 de diciembre de 2009

TELETÓN

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 4 de diciembre de 2008.

Ha comenzado en la televisión la parafernalia del Teletón. El año pasado, durante 30 horas continuos de transmisión, Televisa obtuvo de los donantes 440 millones 404 mil 909 pesos.

Han sido once años constantes en que la empresa induce a la gente a donar dinero, apelando al sentido de solidaridad de los más pobres, pero donde el beneficio real lo obtiene la empresa y sus amigos; porque, con la acción, logran que el Gobierno les condone impuestos y muchas veces les entregue más dinero obtenido del bolsillo de quienes sí pagan impuestos. El Teletón es un negocio redondo.

John Maynard Keynes, un economista, decía que las motivaciones principales de la empresa capitalistas son el egoísmo, la avaricia y la usura. Por eso, siempre extraña que una empresa comercial, como Televisa, ceda parte de su tiempo de programación a un acto de caridad social, recaudando fondos para apoyar a los discapacitados. Pero también las grandes empresas, con trato directo con el público, donan impresionantes cantidades de dinero.

Parte de la mentira es visible cuando vemos que quienes más aportan son las cadenas de tiendas de autoservicios y farmacias. Pero ellos no donan las ganancias de sus accionistas, sino lo recaudado mediante el “redondeo”, o ahora la directa “donación al Teletón”. Todos los centavos recabados hacen miles y millones de pesos, que las empresas recaudadoras entregan en donación a Televisa. Lo que no nos dicen, es que la Fundación Televisa les entrega un recibo por esa cantidad y, ese recibo, lo entregan a la Secretaría de Hacienda, para que se los deduzca de los impuestos que debían pagar ese año. ¡El dinero de los donantes regresa a la empresa, en dinero descontado de lo que debían pagar al gobierno como impuestos! Es otro negocio redondo.

Los discapacitados son solo el pretexto. En realidad, todas las empresas donadoras hacen un negocio, deducible de impuestos.

La más beneficiada es la empresa Televisa, porque es su Fundación la que recibe todo el dinero y la que construye y administra los hospitales beneficiados por el Teletón. Nadie sabe cuánto cuesta construir y mantener un CRIT. Aunque el terreno lo donen los gobiernos de los estados, no sabemos si la Fundación, a la hora de contabilizar los costos del proyecto, también lo incluyen para incrementar el costo global, porque, todo el dinero utilizado, independientemente de quién lo haya dado, para la construcción y el mantenimiento de los hospitales, es deducido de los impuestos que Televisa debía pagar al fisco federal. Como nadie sabe cuánto invierte la empresa y cuánto es dinero de los mexicanos y los gobiernos estatales, Televisa tiene un negocio redondo: hace caravana con sombrero ajeno, paga menos impuestos de sus estratosféricas ganancias y todavía le agradecemos su buena voluntad para ayudar a la población vulnerable de México.

Para eso crean las empresas sus fundaciones. No son para el bien común, sino para limpiar las grandes sumas de sus ganancias y pagar menos dinero a la hacienda pública. Por eso, hasta que no transparenten su ejercicio fiscal, los teletones y “redondeos” debían movernos a la reflexión y a la duda, y por ahora, más con la crisis que se nos viene encima el año próximo, debíamos guardar nuestro propio redondeo para los niños de nuestras familias. Que la empresa donen, pero las ganancias de sus dueños y socios.