17 de junio de 2011

LA CALIDAD EDUCATIVA OAXAQUEÑA

Uno de los temas oaxaqueños más difíciles, es el educativo. Estamos en los últimos lugares, pero nadie del gobierno se atreve a denunciar las causas ni a tomar las medidas pertinentes. En la propuesta del Plan Estatal de Desarrollo (PED), presentado en la cámara de diputados, se puede observar un diagnóstico claro del problema, pero las acciones no concuerdan.

Oaxaca ocupa el segundo lugar de mayor rezago educativo del país, es el segundo estado con mayor tasa de analfabetismo del país. El oaxaqueño tiene un promedio de años estudiados de 6.9 años, mientras en el Distrito Federal es de 10.5 años; como si los oaxaqueños sólo hubieran llegado al primer año de secundaria y los chilangos al primer año de bachillerato. Entre los indígenas, los años promedio estudiados apenas llega a 4.7 años, a cuarto año de primaria. De cada 100 niños que ingresan a la primaria, 93 llegan a las escuelas secundarias, sólo 65 al bachillerato, 23 entran a educación superior y sólo 13 concluyen una carrera.

Fuera de los datos estadísticos, el otro gran problema es la calidad de la educación oaxaqueña. Según la prueba ENLACE 2010, Oaxaca ocupa el lugar 31 en matemáticas y 30 en español, tanto en primarias como en secundarias. Los resultados muestran que el 51.3% de los niños de primaria tienen una comprensión elemental de lectura del idioma español; el 8.8% calificó como bueno y sólo el 0.5% obtuvo calificaciones de excelencia. En secundaria, el 62.6%, apenas comprende lo que lee, el 33.3% califica como elemental y muy pocos obtuvieron excelente. En matemáticas, en primaria, el porcentaje de insuficiencia es de 46.9% y en secundaria alcanza un 70.2%; sólo el 1.1% y 0.1% logró calificaciones de excelencia en matemáticas, en primaria y secundaria, respectivamente.

Por eso, la Sección 22 rechaza tajantemente cualquier evaluación. A los atroces resultados, el sindicato responde que no es posible comparar a un niño de Oaxaca con otro del Distrito Federal, como si fueran de razas o mundos diferentes.

Lo más grave es que, en el PED, el gobierno asume el papel de cómplices. En lugar de responsabilizar a los culpables, se desvían la atención explicando que el problema estriba en la calidad de los edificios donde los niños estudian o la ropa con que van a la escuela. En el diagnóstico se menciona el problema nutricional y se enuncia una confusa oración: “capacitación continua de profesores que cumplen por lo menos con 200 días de clases.”, es decir, ninguno de los sindicalizados, pero sí los profesores de las escuelas privadas.

Las estrategias gubernamentales enunciadas están rotundamente equivocadas. Aunque aceptan que hay escuelas en casi la totalidad de las localidades, se plantean mejorarlas físicamente, luego anuncian lo que el sindicato ya logró en sexenios pasados: uniformes escolares para los niños y concluyen en las cocinas comunitarias, que el DIF también ya impulsaba; de manera vaga se habla de establecer indicadores de seguimiento y evaluación de la educación normal, además de revisar y actualizar el reglamento interno del IEEPO. Nada que solucione el problema de la calidad de la educación oaxaqueña. Nada sobre los culpables del drama.

Por cierto, debo agradecer a la CNOP, de Jorge Toledo, habernos enviado el link de su blog con la versión electrónica del Plan; sin esa ayuda, difícilmente tendríamos acceso al documento. Lo comparto con los lectores de este diario: http://www.cnopoaxaca.wordpress.com

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 17 de junio de 2011.