No tengo ninguna duda que Miguel Ángel Ortega Habib (MAOH) va a resultar culpable de quebranto patrimonial. Es obvio que lo hizo, pero también porque, por omisión o comisión, todos los funcionarios públicos, cuando se les aplica una auditoría, siempre resultan culpables de desvíos, porque es imposible cuidar todos los movimientos administrativos de una oficina. Además, es uno de los funcionarios más débiles del anterior gobierno. Primero, porque nunca hizo amigos; creyó que la primavera era eterna y en el invierno se encuentra solo. Segundo, porque su área es la más sensible, si no se tienen los administradores adecuados para cubrir las huellas, tapar los hoyos y tener la boca cerrada. Tercero, cuando se inmiscuye a la familia, el asunto está prácticamente perdido.
Mis dudas del proceso estriban en los tiempos planteados por la secretaria de la Contraloría del gobierno estatal. Habla tentativamente de septiembre para iniciar cualquier demanda, pero la funcionaria también debe saber que, cuando se trata de delitos administrativos, hay diversos procedimientos administrativos que deben desahogarse y pueden durar hasta cerca de un año, dependiendo de la habilidad del abogado del acusado. El que mejor conoce del tema es el ahora secretario de Finanzas de Gabino Cué, Gerardo Cajiga Estrada, quien fue acusado, al igual que el secretario de Finanzas de Ulises Ruiz, de peculado y quebranto patrimonial de la Secretaría de Gobernación, en la época de Vicente Fox. Don Gerardo nunca pisó la cárcel, nunca devolvió nada y hoy asegura que nunca ocurrió nada. Lo único que sabemos es que estuvo inhabilitado cinco años por la entonces Secretaría de la Contraloría federal y hoy despacha como secretario de Finanzas del “gobierno del cambio y la transición”.
Así que, como van las cosas, dentro de un año estaremos viendo arreciar el vendaval contra MAOH, pero no por sus tropelías administrativas, sino porque los mexicanos, y los oaxaqueños, estaremos en pleno proceso electoral para elegir al presidente de México, diputados y senadores. Como también creo que el famosísimo MAOH ya ha de saber del caminito abierto por su sucesor, no duden que para esas fechas también tendrá departamento en Miami, Florida, mientras un caro bufete de abogados le desbroza el camino aquí; especialmente si los fiscales, que le sigan un remoto proceso judicial, son los mismos que atendieron los casos del 2006 y ahora están resultando ser los funcionarios policiales y judiciales del nuevo gobierno.
Como transcurren los hechos, habrá mucho sainete, pero todo terminará como en el caso de la Secretaría de Gobernación -donde, por cierto, era subsecretario de Comunicación Social el actual gobernador oaxaqueño, Gabino Cué-: hay delito, pero nadie resultó culpable y a quienes mostró la Secodam como responsables, sólo se hicieron acreedores de una amonestación e inhabilitación. Como también los adelantó doña Perla Woolrich: “Aquí puede haber una sanción resarcitoria por algunas cantidades de dinero, pero también una inhabilitación para el ejercicio de la función pública.” (Tiempo, 28/05/2011).
Así que, don MAOH puede dormir tranquilo. La jauría ladrará y la piara revolverá los desechos, pero, al final del día, hasta puede aspirar a ser secretario de Hacienda, si es que el PRI gana las elecciones federales y su amigo se vuelve a reposicionar en el tablero político nacional. Oaxaca dixit.
Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 30 de mayo de 2011.