11 de septiembre de 2011

DIPUTADA HITA ORTIZ: EL CINISMO Y LA CORRUPCIÓN.


En realidad nada cambió con la llegada del “gobierno de la transición”. Por el contrario, parece que todo empeoró. Así lo demuestra el patético caso de la diputada del PT, Hita Beatriz Ortiz Silva. Hace dos semanas, uno de sus guardaespaldas se disparó un balazo en el paladar. Unos días después supimos que la doña cobra como princesa europea en el IEEPO, la Cámara de Diputados, pero también en la lista de los pobres del programa Oportunidades. Este es el ejemplo claro del cinismo, aunado a la corrupción, de los supuestos democráticos salvadores de Oaxaca.
Como recordamos, durante los primeros días de su administración, el gobernador Gabino Cué se ufanaba declarando que, en su sexenio, sólo tendrían “guaruras” los funcionarios dedicados a combatir a la delincuencia y quienes los pudieran pagar de su peculio. Hoy sabemos que fueron afirmaciones hechas para cubrir las apariencias. Al menos eso nos demuestra la diputada petista.
Al servicio de doña Hita estaba Antonio Arnulfo Árcega Luna, de 35 años de edad y con placa 1210. Tenía apenas ocho meses de haber ingresado a la Agencia Estatal de Investigaciones, por recomendación de la diputada. El día de su muerte, el policía  trataba de impresionar a su novia, por cierto, hija de la legisladora a la que cuidaba. Inexperto como era, sacó las balas del cargador, pero olvidó la que se aloja en la recámara del arma. Fanfarrón, se colocó el cañón de la pistola en la boca y jaló el gatillo.
Doña Hita es una profesora, como muchas: valientes para el grito… en las marchas y plantones de la Sección 22 y nada más. En la Cámara de Diputados sólo ha destacado por ser la Coordinadora de la fracción parlamentaria del Partido del Trabajo. Hasta donde sabemos, no tiene tratos con cuestiones de seguridad pública, tampoco con las policías que combaten a la delincuencia organizada. Ninguna cuestión que justifique el pago gubernamental de escoltas para salvaguardar su seguridad personal.
Quizá lo peor del asunto es que, unos días después, nos enteramos que la doña tiene ingresos más que extraordinarios. Para empezar, sigue cobrando en el IEEPO, como si diera clases en educación básica, no menos de diez mil pesos mensuales. Obvio es decir que jamás acude a un aula escolar. Como diputada que es, cobra en la legislatura alrededor de cien mil pesos mensuales; 42 mil de su “dieta” y un apoyo adicional de 60 mil para gastos de asesoría y gestión. Eso sin contar el pago de su secretario particular, su secretaria y los asesores parlamentarios.
Por si fuera poco, también recibe la cantidad de 4 mil 800 pesos bimestrales del programa de Apoyo Alimentario “Oportunidades”, el programa federal asistencialista destinado a los pobres y miserables de Oaxaca y el país. Para que no haya dudas, este periódico Tiempo encontró su nombre en la página número 1 del municipio de Tlaxiaco, en el sitio de Internet: http://www.oportunidades.gob.mx/Portal/wb/Web/padron_de_familias_pal. Cachada con las manos en la masa, la diputada sólo se defendió, primero argumentando que era una campaña de desprestigio político; después optó por argüir que era para mantener a su prolífica familia.
Lo cierto es que doña Hita, desde siempre, ha sido un dechado del cinismo y la corrupción, características que se están convirtiendo en la pátina de identificación de los funcionarios de esta administración gubernamental.
Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 9 de agosto de 2011.