27 de septiembre de 2011

SUBEJERCICIOS Y REFRENDOS.


Hace unos días, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (CMIC), José Eduardo Correa Abreu, sostuvo que en el presente año se llegará a un 70 por ciento de obra pública y no más, porque se tiene un 27 por ciento de subejercicio, lo que se sumará a una reducción del 4 por ciento en infraestructura para el próximo presupuesto del país (Tiempo, 23/09/2011). De acuerdo con sus predicciones, estaríamos hablando de un refrendo de casi 16 mil millones de pesos. Una de las razones del subejercicio la dio el presidente estatal de los constructores, José Manuel Pérez Noyola, al afirmar que se dio un arranque tardío de las obras. Casi todos sabemos que fue por desconocimiento, ignorancia, incapacidad y los conflictos internos de y entre los funcionarios estatales.
Esperamos que, para estas alturas, alguien le haya podido explicar al gobernador que refrendo no implica quitarnos el dinero, el problema es que lo no ejercido se descuenta del presupuesto asignado para el próximo año. Cualquier acuerdo presidencial en otro sentido o es una mentira piadosa o supina ignorancia del que la anuncia.
El refrendo que viene, ahí está y nadie la puede negar. La discusión es en el tamaño del desastre. Ojalá fuera menor del anunciado; no por el gobierno y sus empleados, sino por los oaxaqueños y el daño a ocasionar. Sólo por ponerlo en números visibles: si el refrendo fuera de 16 mil millones, en dos años Oaxaca estaría perdiendo en realidad 32 mil millones y eso esperando que los funcionarios del “cambio y la alternancia”, después de 13 meses hubieran aprendido las reglas de la administración pública y no se dedicaran, como hasta ahora, a la búsqueda de beneficios personales, familiares o de tribu política, además de las luchas intestinas por los próximos cargos de elección popular.
El gobierno niega el refrendo y da justificaciones infantiles, tratando de hacernos creer que el dinero no se regresa o que sí se va a ejercer. Si no lo pudieron hacer durante los nueve meses pasados, dudamos que, en los tres que vienen, sí lo hagan. No es un mero asunto de voluntad, sino de enredos administrativos y trámites burocráticos.
Lo peor del caso es que los resultados están a la vista. A mediados de este mes, el presidente estatal de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño, Servicios y Turismo de Oaxaca (Canacope),  Carlos Bravo Santiago, anunció que más de 60 negocios familiares se declararon en quiebra en los últimos 9 meses y se estima que la cifra llegue a 100 al concluir el año. Agregó que las empresas pequeñas son las que más han padecido la crisis de liquidez que existe en el estado. (Tiempo, 17/09/2011).
Incluso, los amigos y aliados del actual gobernador han prendido la alerta roja. Hace unos días, el dirigente en Oaxaca de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Oswaldo García Jarquín sostuvo que persiste la falta de circulante y agregó: “Falta el oxigeno que representa la inversión pública en materia de infraestructura y el principal eje de la economía que es la construcción.” Insistió que su organismo “no dejará de señalar lo referente al subejercicio en el gobierno estatal, ya que sería lamentable que en este sexenio no se utilicen los recursos destinados a la entidad y se regresen a la Federación”.  (Tiempo, 22/09/2011).
Todos saben del subejercio y los refrendos. Sólo el gobierno cierra los ojos y trata de negarlos.
Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 26 de septiembre de 2011.