19 de septiembre de 2011

OAXACA: PRESUPUESTOS HISTÓRICOS


El gobierno del estado ha manifestado su intención de lograr un presupuesto federal de 60 mil millones de pesos para ejercer en 2012. Este año, los diputados federales priistas lograron etiquetar al estado poco más de 58 mil millones de pesos. El problema es que este gobierno ha sido incapaz de ejercer tanto dinero. Buena parte del tiempo la gastaron en un proceso de planeación que terminó en el Plan Estatal de Desarrollo más desorganizado y sin estrategias claras e hilvanadas para superar la pobreza y la marginación. La otra parte la perdieron tratando de reorganizar un gabinete caracterizado por el conflicto interno, la lucha por los espacios de poder, la ineficiencia y la ineficacia.
Tal parece que el gobierno actual sólo quisiera superar los montos históricos que alcanzaron los gobiernos priistas, aunque sean incapaces de ejercer lo obtenido. Pero también tienen el problema de su incomprensión de la mecánica de la administración pública.
Las declaraciones del gobernador, Gabino Cué, de tener un acuerdo con el presidente de la república para que el presupuesto subejercido no regrese a la federación, es muestra palpable de la incomprensión administrativa. El subejercicio, que se traduce en el refrendo, implica que el dinero no ejercido se aplicará en el 2012; el único problema es que se descuenta del presupuesto del próximo año. Así, el subejercicio de este año, más el refrendo al año siguiente, le van a representar a los oaxaqueños casi 40 mil millones de pesos, si no se ejercen 20 mil millones este año. Refrendo no es regresar el dinero, sino quitarle mucho de lo que se pudiera ejercer en el año siguiente.
Aunque el gobierno niega los subejercicios, el dinero público se ha mantenido escondido. En una cartera de proyectos que la Secretaria de Finanzas presentó como posibles obras concurrentes o para mezcla de recursos, se establecía una inversión de casi 15 mil millones de pesos a efectuar en los municipios oaxaqueños y en proyectos regionales. Casi 10 meses después de asumir el gobierno, ninguna de las obras ha llegado a las regiones. No hay proyectos concurrentes ni mezcla de recursos. No hay obra pública estatal.
Las carreteras se encuentran en estado deplorable. Transitar de Ocotlán a Miahuatlán es un verdadero martirio. Hay muchísimos kilómetros donde la vieja carretera es ya un camino de terracería y muchos más donde los baches se han convertido en hoyancos difíciles de sortear. Es la supercarretera que va a la Costa y que tuvo o tiene cientos de millones de pesos asignados en el presupuesto federal de este año, pero ni la delegación de la SCT ha logrado concretar su ejercicio, ni la Secretaría de las Infraestructuras estatal se ha preocupado de exigir su aplicación.
La supercarretera al Istmo ha quedado en el olvido. Los cientos de millones de pesos invertidos hasta ahora se han ido por los caños de las lluvias y sólo queda la ilusión de una carretera que pudo llevar a los oaxaqueños en poco más de dos horas al Istmo. Dinero público tiene asignada la carretera, pero la SCT no encuentra la cuadratura para ejercer el presupuesto federal y a la vez dar en concesión los tramos a empresas privadas. Es parte del subejercicio tan anunciado.
Ojalá no se refrende tanto dinero, pero al ver la falta de obras nos quedamos con la pregunta: ¿para qué pelear por otro presupuesto histórico, si son incapaces de ejercerlo?
Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 16 de septiembre de 2011.