FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ.
Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 1 de agosto de 2008.
De nueva cuenta, los profes hacen de las suyas en Oaxaca. Este estado, junto con Michoacán, no entrará en el proceso de certificación de conocimiento para la nueva contratación de profesores en este año.
Como todos sabemos, el gobierno mexicano resolvió favorablemente la falta de educación a los mexicanos. Actualmente, casi la totalidad de nuestros niños acuden a la escuela primaria. El gran problema educativo del país es la calidad de la educación impartida. Tenemos universalidad educativa, pero estamos creando analfabetos funcionales. Nuestros niños pueden leer palabras y frases, pero no comprenden los conceptos simbolizados en ellos. Quizá por eso, buena parte de los mexicanos no leen ni siquiera un libro al año, y, cuando leen algún periódico, prefieren los deportivos y de espectáculos, con muchas fotos y pocas letras.
Si ese es el problema nacional, en Oaxaca la situación se agudiza. Hace unos meses, el Secretario Académico de la UABJO hizo la espeluznante declaración de que los jóvenes sólo alcanzan, en los exámenes de nuevo ingreso, un máximo de 5.1 de calificación. También, hace apenas algunos años, la CONEVAL declaró que los niños oaxaqueños, en escuelas públicas, apenas alcanzaban un nivel de conceptualización de 14. 7%. Estos datos son el claro ejemplo de la mala calidad de la educación en Oaxaca.
Pero no solo es eso. Está suficientemente comprobado que muchas de las plazas para profesores se venden al mejor postor. El precio va de los 30 a los 60 mil pesos; “dependiendo del sapo es la pedrada”, dicen sarcásticamente los informados del tema. En el peor de los casos, las mujeres pagan con el cómodo, pero denigrante, "cuerpomático".
He conocido el caso de muchas personas que, apenas concluida la secundaria, ingresan a trabajar en las escuelas públicas estatales, con la simple recomendación de un líder sindical. En mi caso y por provenir del Istmo de Tehuantepec, sé que el "héroe" máximo para estas acciones es el profesor López Rosado, el mismo que fue presidente municipal de Juchitán y ha dirigido una facción de la Sección 22 en el Istmo de Tehuantepec.
En un intento por combatir estas tropelías, la SEP impulsó la certificación de los aspirantes a ocupar una plaza educativa. Hace unos días se firmó el convenio, sin embargo, una de las cláusulas especifica que el estado de Oaxaca y Michoacán quedan exentos del trámite del concurso. Es decir, en Oaxaca no se pedirá la garantía del conocimiento para que se otorgue la plaza a los nuevos contratados por el IEEPO, para ello bastarán las calificaciones de la asistencia a las marchas, los plantones y la combatividad mostrada por los aspirantes que hoy agitan en las escuelas normales estatales. Los otros contratados serán quienes hayan pagado por el servicio.
Curiosamente, los dos estados de excepción son aquellos donde mayor combatividad, organización y representatividad ha alcanzado la CNTE. Por extrapolación, una vez más concluimos que, a esta organización sindical, muy poco le interesa la calidad educativa de los alumnos; para ellos, lo fundamental es el corporativismo y el clientelismo político sindical.
Que lástima que el gobierno no tenga una estrategia de Estado para detener a la serpiente en su cascarón. No me quiero imaginar el día en que la CNTE dirija los destinos de la educación en todo el país. Los problemas magisteriales y el bajísimo nivel educativo en Oaxaca serán solo agradables anécdotas, en esos días por venir.