23 de octubre de 2009

VICTORIA PRIISTA PÍRRICA


FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ


Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 23 de octubre de 2009.

Como lo han hecho desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, el PRI y el PAN dieron la cara para salvar al régimen neoliberal que gobierna México. Ante el incremento del 2% de impuesto especial generalizado, la bancada priista sólo acertó proponer un IVA de 16%, excluyendo las medicinas y los alimentos. Casi todo lo demás quedó igual a la propuesta panista.

Así, la victoria priista es verdaderamente pírrica. En la realidad, el discurso contestatario priista quedó reducido a la lucha de los gobernadores por manejar una mayor tajada del presupuesto. No se trataba de impedir que los mexicanos pagaran un impuesto especial de 2%, sino de detener la voracidad federal por contar con más dinero para programas asistenciales, manejados directamente por los incapaces y corruptos funcionarios y delegados federales panistas. Con el 1% aprobado, los gobernadores contarán con recursos para obras, mientras que con la propuesta presidencial sólo se quedarían mirando el inhábil, altanero y despilfarrador manejo de los delegados federales.

Ganaron los gobernadores, pero también ganó la administración federal panista, porque contará con el dinero suficiente para pagar la pesada, ineficiente y muy bien pagada burocracia que, desde el régimen de Vicente Fox, ha crecido en proporción geométrica a su ineficiencia.

Cuando se aprobada el presupuesto federal, nadie se acordó de los casi 100 mil millones de pesos incrementados en el gasto corriente panista, para pagar a su alta burocracia. Es más, ningún diputados discutió cuánto del déficit presupuestal se debía al incremento de salarios y a la creación de nuevas plazas federales. Por cierto, los diputados y los gobernadores están espantados con la desaparición de tres secretarías federales y están luchando por el retiro de la propuesta. De ser aceptada, pondría en riesgo a todos los amigos y amigas incluidos en las nóminas estatales en los cargos equivalentes. En Oaxaca, por ejemplo, debería adelantar su viaje a Estados Unidos la actual secretaria de Turismo, Beatriz Rodríguez Casasnovas y regresar a su verdadero nivel de inoperancia el secretario de la Contraloría, Bernardo Barragán.

Tampoco se acordaron los diputados del inmenso caudal de dinero de los regímenes especiales, que permiten a los grandes empresarios darle verdaderas migajas a la hacienda pública. Son 416 mil millones de pesos. Sólo este concepto hubiera podido cerrar el boquete financiero del presupuesto federal. Sin embargo, cargar el peso de la crisis sobre los hombros de los empresarios hubiera hecho inviable el modelo económico neoliberal; era el verdadero suicidio de un esquema que impulsa la creciente acumulación de riqueza en cada vez menos pocas manos, mientras agranda y democratiza la pobreza y la miseria.

Por eso, tampoco es extraño el regocijo empresarial por el 1% de incremento al IVA y se rasguen las vestiduras por el 2% de incremento al ISR. Claro, el IVA lo cargarán directamente a la cuenta de los consumidores, mientras que el pago del ISR afectará directamente la tasa de ganancia empresarial.

La batalla por el presupuesto realmente la está ganando el gobierno federal y mediáticamente la va a perder la bancada priista. Lo peor es que, en los procesos electorales del otro año, los votantes se lo van a recordar a los partidos que los ensartaron con más impuestos y sin ningún satisfactor de beneficios claramente observables que provengan del sacrificio popular.