19 de junio de 2009

TERCA REALIDAD

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 19 de junio de 2009.

No solo Alfredo Harp Helú se solaza con el fin de la “crisis que vino de fuera”, hace unos días, José Ángel Gurría, el presidente de la OCDE, profetizó el mismo final. Harp se enriqueció con el juego de las casas de bolsa, cuando De la Madrid comenzó la reprivatización de la banca; después casi le regalaron una parte de Banamex y terminó de enriquecerse cuando vendió el banco a CitiGroup, sin pagar un solo centavo de impuesto al gobierno mexicano. Gurría fue uno de los principales negociadores del TLC que despedazó el campo mexicano y legalizó la entrega del país a la locomotora económica norteamericana; luego fue el Secretario de Hacienda que desbarrancó la economía nacional con el error de diciembre y ahora despacha en el corazón de los intereses del neoliberalismo internacional. No es, pues, extraño que canten las loas a la pronta recuperación de la crisis económica y las bondades del esquema empresarial privado como pivote del desarrollo nacional.

El problema es que la terca realidad les contradice cotidianamente. El escenario mexicano es de una brutal caída de la economía, que va a llegar hasta -7.5% del PIB, según los analistas internacionales; una recesión que se agudiza y hunde la producción nacional; el constante crecimiento del desempleo; la pérdida de reservas, divisas e inversiones; una fuerte devaluación del peso, que llegó a 35%, según las optimistas estimaciones oficiales y la drástica reducción de las finanzas públicas.

La “crisis foránea”, según el gobierno panista y sus corifeos, está desmantelando la economía nacional, por las debilidades estructurales de la economía local; pero se profundizó por las optimistas y equivocadas predicciones gubernamentales, como las del secretario Cartens, cuando anunciaba un “catarrito”, mientras Estados Unidos pescaba una verdadera neumonía.

Según el INEGI, el desempleo alcanza ya a 2 millones 400 mil mexicanos y muchos analistas predicen la próxima pérdida de hasta un millón de empleos. Además, el pésimo manejo de la influenza AH1N1, terminó de hundir a la segunda fuente recursos del país: el turismo. Pero, también, las remesas van a la baja; hasta abril, su disminución llegaba al 15%.

Para nuestra desgracia, el precio del petróleo disminuyó drásticamente. Lo más grave del asunto es que todo el estratosférico ingreso de cuando el petróleo rebasó los 100 dólares por barril, el analfabeto funcional, Vicente Fox, lo dedicó a gastos administrativos, incluyendo el drenado hacia la corrupción familiar. Mientras los árabes crecían con el dinero del petróleo, México entraba a una crisis ya casi permanente y, todavía, este pobre hombre se atreve a proclamar, recientemente, la necesidad de la privatización de la empresa petrolera nacional.

Como era de esperarse, la recaudación del ISR ha disminuido en 32.7% y el IVA en 30%, según estimaciones no oficiales. Por eso, el presidente Calderón, en un verdadero momento de desesperación, clamó por la generalización del IVA a medicinas y alimentos, sin terminar de entender que el problema no es incrementar impuestos, sino establecer bases sólidas para el crecimiento de la economía nacional.

Mientras el país se hunde, los beneficiados del régimen anuncian la llegada del nuevo reino. Pero el tiempo se acaba y las elecciones concluyen a principios de julio. En septiembre nos espera la agotadora jornada de conocer la realidad nacional, ésa que hoy nos niega el gobierno tratando de ganar votos para su partido, el PAN de la actual bancarrota electoral.