23 de diciembre de 2009

LA CUESTA DE ENERO


FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 23 de diciembre de 2009.

Para nuestra desgracia, la cuesta de enero comenzó anticipadamente. El fin de la semana pasada, el gobierno federal autorizó el incremento de la gasolina magna de 7.72 a 7.77 pesos y el diesel de 8.13 a 8.16 pesos. El aumento incrementará, también, los precios de todos los productos que consumimos les mexicanos.

También, la semana pasada nos enteramos que el incremento de los salarios mínimos será de 4.85 por ciento para 2010. Para Oaxaca, el nuevo salario mínimo será de 54.47 pesos diarios. Una verdadera miseria comparada con el incremento del costo de la vida a partir de esta semana. El aumento del salario mínimo es importante, porque nos muestra el parámetro de los próximos incrementos salariales. En definitiva, para el próximo año, los incrementos salariales serán menores al incremento real del costo de la vida.

Éste no es un descubrimiento económico de los panistas en el poder. Es una política definida desde el gobierno del presidente Miguel de la Madrid, cuando los neoliberales priistas tomaron uno de los postulados teóricos de los monetaristas de Milton Friedman, planteando la necesidad de mantener los salarios por debajo del incremento de los precios, para evitar el incremento de las tasas de inflación. Si bien esta estrategia económica ha dado buenos resultados para equilibrar la macroeconomía, ha descalabrado la economía familiar de la población mexicana. Pero es benéfica para las grandes empresas y la concentración de la riqueza, al permitir el enriquecimiento desmedido de no más de diez familias y el empobrecimiento acelerado de la mayoría de la población.

En la actualidad, en estas políticas económicas han puesto su parte, tanto el gobierno federal panista, como los diputados de todos los partidos políticos. El primero, con el argumento del retiro del subsidio a la gasolina para no beneficiar a los mexicanos más ricos del país, como de manera irresponsable lo declaró recientemente el vice coordinador de los diputados panistas, Luis Enrique Mercado, sin terminar de comprender que el subsidio a la gasolina tenía como finalidad impedir el incremento de los precios de los productos de primera necesidad, trasportados en vehículos que consumen diesel y gasolina magna. Por cierto, no se incrementó el precio de la gasolina premium, ésa que usan los autos nuevos y los deportivos de los pudientes de México.

En el incremento del costo de la vida, también pusieron su parte los diputados federales, cuando, en lugar de grabar las ganancias de las grandes empresas y obligarlos a pagar al fisco los impuestos evadidos, mejor incrementaron el IVA del 15 al 16 por cierto y subieron el ISR del 28 al 30 por ciento.

Por eso, me llama mucho la atención la gira de Eviel Pérez, el coordinador de los diputados federales oaxaqueños, anunciando como un gran triunfo el presupuesto autorizado para Oaxaca, sin aclarar que la mayor parte se irá en el pago a los profesores de la Sección 22 y el ejercicio político de los delegados federales panistas para las dádivas de los programas asistenciales. También serán muy felices los contratistas y los funcionarios públicos que se llevan el 10% en cada obra autorizada; además de los ejecutores de obra públicas programadas, pero nunca ejecutadas, aunque sí justificadas; ésos cuyas esposas manejan camionetas de lujo, compran departamentos y casas en el Distrito Federal y ahora también en algunas ciudades de Estados Unidos y Canadá. Ellos sí tendrán una feliz Navidad y un próspero Año Nuevo.

19 de diciembre de 2009

LA REELECCIÓN CALDERONISTA

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 19 de diciembre de 2009.

Hace unos días, el presidente Felipe Calderón presentó una iniciativa de reformas para modificar la forma de hacer política en el Congreso de la Unión y los estados de la República. Se le olvidó, o quizá obvió, la necesaria reforma al presidencialismo priista que, a leguas se observa, está totalmente desfasado en estos momentos.

En general, la propuesta sólo nos ratifica la insensibilidad de la derecha política. Esta corriente política se identifica por su deseo manifiesto de la concentración del poder.

En la cuestión económica, dieron una larga batalla, casi desde inicio del siglo XX, para consolidar la propiedad privada y la desigual distribución del ingreso en el país. No fue sino, hasta finales de ese siglo, cuando, con los presidentes neoliberales priistas y después con los panistas, lograron concretar el asalto al aparato de Estado mexicano. Desde entonces, lo que venía siendo un avance paulatino, se convirtió en una cascada de leyes para legalizar la concentración del ingreso en muy pocas manos. El resultado ya lo conocemos. Según José Narro Robles, rector de la UNAM, “México es uno de los países con mayor desigualdad, ya que sólo 1 por ciento de los hogares concentra 9.2 por ciento del ingreso total nacional; mientras, en el otro extremo, 1 por ciento de las familias más pobres sólo obtiene 0.07 por ciento de dicho ingreso, es decir 130 veces menos.” (Milenio, 30/I/2009).

Su siguiente paso va a ser el intento de la concentración del poder político. La primera llamada es esta propuesta del presidente Calderón para legislar la reelección de los diputados, senadores y presidentes municipales, en un primer momento para prorrogarles el mandato por hasta 12 años. Si bien pareciera ser la zanahoria para aprobar otras disposiciones legales, en realidad es el meollo de toda la reforma y tiene una larga cola por detrás. A la reelección por un periodo de tiempo determinado, le seguirá, después, la reelección indefinida; ya encarrerados, ¿cuánto más aguantarán para proponer la reelección que realmente le interesa a la derecha política: la de gobernadores y del presidente de la República?

No está por demás observar quiénes han apoyado inmediatamente la propuesta. Obviamente, la dirigencia panista la calificó como “una propuesta ambiciosa y representa un avance fundamental”, pero también, inmediatamente la avalaron las cámaras empresariales. El Consejo Coordinador Empresarial la calificó como “una reforma orientada a apuntalar un esquema democrático auténticamente deliberativo, en el que se acaten las decisiones de las mayorías, se respeten los derechos de las minorías y se salvaguarde el régimen de libertades”. La Confederación Patronal de la República Mexicana la describió como “un parteaguas para terminar con los vicios de un sistema político que ya no responde a la realidad nacional” y el presidente de la Confederación Nacional de Cámaras Industriales, consideró que “con esta propuesta de reforma, se puede avanzar en despolitizar a la economía y lograr avances en el desarrollo del país” (Milenio, 16/XII/2009).

Sin embargo, lo verdaderamente importante es observar que la reelección, en ningún momento ha servido para alcanzar la verdadera democracia en el país. En el siglo XIX, solo sirvió para crear la dictadura más nefasta, la de Antonio López de Santa Anna, que terminó vendiendo la mitad del país a Estados Unidos. Poco más tarde, el presidente Benito Juárez tuvo la inmensa fortuna de morirse a tiempo y no terminar en el vituperio de la permanencia en el poder; sólo se reeligió 2 periodos consecutivos, después del triunfo de la República. A fines de ese siglo, el liberal Porfirio Díaz peleó sus dos revoluciones al amparo de la consigna política de la “no reelección”, sólo para caer enredado en el fino tejido de los conservadores de su tiempo y reelegirse durante treinta años consecutivos. En el siglo XX, Francisco I. Madero levantó a México en armas con el lema del “Sufragio efectivo. No reelección”, el mismo que fue lema oficial de las autoridades priistas, hasta la llegada de los panistas al poder. A principios del siglo pasado, el general Álvaro Obregón, al igual que Porfirio Díaz y ahora el presidente Calderón, impulsaron una legislación que sólo les permitía la reelección para un periodo de gobierno. Poco después de aprobada, Díaz la hizo indefinida y a Obregón le costó la vida, ya no le dio tiempo de hacerla indefinida.

16 de diciembre de 2009

INEXACTITUDES DEL COPLADE

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 16 de diciembre de 2009.

Don Bulmaro Rito no debía estar muy contento con las cifras de la pobreza que dio en su pasada comparecencia, ni mucho menos enarbolar el ranking de la pobreza multidimensional de la Comisión Nacional de Evaluación (Coneval). En última instancia, lo que mide la cifra del cuarto lugar de Oaxaca del Coneval, contra Puebla en el tercero, es la disparidad de la pobreza en ámbitos territoriales. Es decir, en Puebla hay muy pocos ricos, muy ricos, que viven en pocos municipios muy ordenados y con todos los servicios urbanos y asistenciales, mientras que en Oaxaca hay muchos pobres, muy pobres, que viven en muchos municipios con algunos servicios asistenciales o urbanos.

Esos son los datos inmediatos que se pueden observar en la tabla anexa a la que observó el Coplade. Ahí se establece que el 27.6% de la población oaxaqueña se encuentra en estado de pobreza multidimensional extrema, contra el 18.1% del estado de Puebla y el 34.4% de los oaxaqueños se consideran en el rango de la pobreza multidimensional moderada, contra el 45.9% de los poblanos. Los datos y las tablas del Coneval sirven para profundizar el análisis, pero si sólo se muestra una cifra, llevan irremediablemente al error de la celebración triunfal de avances inexistentes.

Lo que sí demuestran los datos esgrimidos por el Coordinador del Coplade, es que Oaxaca es uno de esos estados donde mayor dinero ha destinado el gobierno federal en los programas asistenciales contra la pobreza. Pero, con la modalidad de la focalización, lo único que han logrado es bajar los indicadores, sin ningún avance en la estructura social. Es la crítica constante a los programas federales: son asistencialistas y no resuelven el problema de la pobreza. Es dar un bocado a los pobres, sólo para que no se mueran de hambre, aunque al día siguiente sigan tan hambrientos como el día anterior.

La tabla de la que tomó Coplade el dato que pretende mostrar como avance del desarrollo y el progreso en Oaxaca es engañosa, por decir lo menos. A fin de cuentas, las estadísticas oficiales de los regímenes presidenciales del PAN no tienen una consistencia científica y están hechas para cubrir apariencias políticas. Los datos del Coneval, lo único que han logrado, es enmarañar el entendimiento de la pobreza en México y no sirven como medida de posiciones estatales o municipales. Sirven, sí, pero como datos estadísticos para focalizar el impacto de la asistencia federal: para bajar algunos índices, aunque no sirva para gran cosa, pero ayuda a lavar la cara del régimen ante el exterior, o para que algún Coordinador de los coplades estatales los usen equivocadamente, como datos duros de avances estadísticos.

Por otra parte, es una verdadera lástima que los diputados no cuenten con un equipo técnico que les permita analizar las presentaciones de los funcionarios públicos, para así convertir las comparecencias en verdaderos foros de aclaración de las políticas públicas y no solo en la maroma y teatro que observamos hoy en día. Las comparecencias, lejos de servir para profundizar la información vertida en el informe del Gobernador, solo están sirviendo como medida del rechazo de los funcionarios estatales y como muestra de la ignorancia de los diputados locales.

15 de diciembre de 2009

POLÍTICAS PÚBLICAS EQUIVOCADAS

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 12 de diciembre de 2009.

En la mayor parte del territorio estatal, la gente vive en un entorno de comunidades solidarias, pero el gobierno no se percata de esa realidad social y propone un desarrollo basado en una completa irrealidad social. En lugar de considerar las condiciones reales en que se desenvuelven los oaxaqueños, consolidar e impulsar las fortalezas de esas sociedad solidarias y comunitarias, inyectar recursos a sus proyectos y procesos de desarrollo económico, fortalecer la cultura de solidaridad social, promover la visión de la administración pública como servicio comunitario e impulsar el manejo y el conocimiento de las técnicas empresariales para el incremento de la productividad y el crecimiento económico, los gobiernos estatales impulsan y promueven una visión de desarrollo basado en la empresa privada, a partir de los planteamientos y las estrategias de desarrollo que le marca el gobierno federal, cuyos planes de desarrollo están basados en organizaciones y entornos sociales diferentes a los de Oaxaca.

Esa es la causa y razón fundamental por la que durante casi 30 años, los gobiernos estatales de Oaxaca han invertido multimillonarias sumas de dinero en procesos que identifican como desarrollo y cuyos únicos resultados han sido el incremento de la desigualdad, la pobreza, la miseria y la marginación social.

En la realidad, con el proceso de planificación psicótica, los gobiernos estatales han metido a las comunidades locales en un proceso de choque cultural. Mientras los habitantes de las localidades se desempeñan en entornos solidarios, con propiedades colectivas y basan sus relaciones cotidianas en la cooperación y la solidaridad, los gobiernos estatales los inducen a tener un comportamiento totalmente diferente, en mucho basado a lo que J. M. Keynes alguna vez sintetizaba como el egoísmo, la avaricia y la usura: “Por lo menos durante otros cien años más, debemos simular ante nosotros mismos y ante cada uno que lo bello es sucio y que lo sucio bello es, porque lo sucio es útil y lo bello no lo es. La avaricia, la usura y la precaución deben ser nuestros dioses por un poco más de tiempo todavía.”

Esa triada que es la base del sistema de la apropiación privada de los excedentes.

Los gobiernos, estatal y federal, ni permiten la consolidación de las bases comunitarias de la organización económica y social de los pueblos oaxaqueños, ni tampoco los convencen para que se apropien de la ideología del interés y la ganancia, como medio de convivencia cotidiana. En ese choque de culturas, los oaxaqueños han caído en el círculo vicioso de la falta de apoyos y recursos, improductividad de sus tierras y empresas, pérdida de empleos, constante y creciente migración, pobreza y marginación, cerrazón ante el cambio y la innovación, retiro de apoyos y falta de recursos económicos.

La inexistencia de ahorro interno y la falta de acumulación de capital ha conducido a una dinámica viciosa de incapacidad de la sociedad oaxaqueña para impulsar una dinámica virtuosa de crecimiento constante que permita incrementar el PIB per cápita y el PIB estatal, mucho menos para alcanzar los mejores niveles de bienestar que la sociedad merece.

Los bajos índices de desarrollo humano, de marginalidad y, en general de todos los índices medidos en la entidad, producto de varias décadas de políticas públicas equivocadas, nos deben llevar a concluir que en Oaxaca, el gobierno se ha equivocado en la identificación de los sujetos sociales del desarrollo. Actualmente, los actores del proceso son las autoridades municipales, los comisariados de bienes comunales y ejidales, y las organizaciones productivas de los municipios. Son ellos quienes tienen capitales, propiedades y viven en redes solidarias. Su problema, para ingresar al círculo virtuoso del desarrollo, estriba en no contar con una base jurídica, política y administrativa que los convierta en sujetos del desarrollo de sus comunidades. Por eso, es urgente fortalecer su autosuficiencia social, para su conversión de actores a sujetos de su propio desarrollo.

12 de diciembre de 2009

LA DERECHA

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 11 de diciembre de 2009.

A grandes rasgos, podemos plantear la existencia de tres grandes tipos de derecha: la conservadora, la liberal y la filantrópica.

La derecha conservadora es la vinculada a los grandes intereses económicos. Los clásicos griegos la definieron como oligarquía. Es, pues, una derecha oligárquica, que busca incrementar la riqueza de unos pocos propietarios, sin importarle la mecánica utilizada ni la cantidad de sufrimiento humano generado. En su origen, esta derecha se consolidó con el esclavismo y de ahí esta actitud antihumana para obtener ganancias económicas, sin importarles reglas sociales, leyes o enunciados éticos. Hoy en día, son quienes impulsan los golpes militares y ven con afecto los gobiernos duros y represivos.

La derecha liberal es la que supo leer y comprendió el mensaje de las grandes hecatombes sociales que originaron el desquiciamiento de la derecha conservadora; para ellos, los movimientos y las revoluciones sociales son fuentes de conocimiento para evitar desgracias políticas futuras. Es una derecha ilustrada, que ha estudiado y toma conciencia de los movimientos sociales que han decapitado, política y físicamente, a la derecha conservadora; pero también comprenden que esos movimientos llevan a la destrucción de la base económica que los sustenta. Es la derecha de las reformas, del cambiar un poco, para que todo siga igual.

Junto a ellos, convive una curiosidad social: la derecha filantrópica, a quienes les mueve un sentimiento de culpa hacía lo que su estrato económico, su clase social, ha logrado mediante la explotación humana. Sin plantearse modificar la estructura económica, la desigualdad y la injusticia social prevaleciente, pretende apoyar a individuos de los otros estratos para paliar sus grandes carencias económicas y sociales. La derecha filantrópica no ve los problemas sociales, para ellos sólo existen individuos con dificultades económicas y sociales, y, por eso, su propuesta es darles asistencia y dádivas para sobrellevar, no solucionar, los problemas económicos que la propia organización económica que esa derecha defiende y ejecuta, les está produciendo.

Una de las características fundamentales de la derecha es su insistencia y persistencia para negar todo trato a estratos sociales o agrupaciones; para ellos, la sociedad no debía existir, sino solo individuos, porque, en la medida en que segregan a las personas, evitan las fuerzas organizadas capaces de enfrentarlos y producir problemas sociales y políticos. Cuando atomiza la participación social y logran tratar sólo con individuos, adquieren mayor ventaja sobre los demás.

La supuesta igualdad legal, basada en la igualdad de las personas ante la ley, sin considerar la existencia de la desigualdad económica que esta derecha ha hecho a través de la historia, es, en la práctica, una verdadera falacia. A pesar de ello, insisten en ese trato para establecer relaciones con su entorno social, sin entender que la sociedad busca participación y no solamente interlocución: igualdad económica, para entrar en el terreno de la verdadera libertad.

Ése es el entorno donde se han empantanado las utopías sociales de los últimos tres siglos. Es tiempo de intentar nuevos caminos. Igualdad jurídica y económica son los caminos que pueden conducir a la sociedad democrática y con justicia social que tanto ha negado la derecha, en cualquier lugar geográfico y en cualquier tiempo de la historia.

7 de diciembre de 2009

LA PLANEACIÓN PSICÓTICA OAXAQUEÑA

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 7 de diciembre de 2009.

A pesar de la precisión de los diagnósticos de los planes estatales de desarrollo, desde 1981 a la fecha, sobre una sociedad oaxaqueña basada en la propiedad colectiva de los recursos naturales, a la hora de plantear los objetivos del desarrollo estatal, los gobiernos estatales impulsan el fomento y la consolidación de las empresas privadas, porque consideran que solo ellas pueden incrementar la productividad, la eficacia y la eficiencia en el proceso de transformación de la materia prima, generar manufacturas con alto valor agregado y mejores precios en el mercado, crear más empleos con mejores niveles salariales, además del ahorro personal y colectivo, generando también ingresos a las tesorerías de gobierno, en procesos crecientes que conducen de la riqueza individual a la riqueza social, mejorando los niveles de bienestar para la población en general, especialmente para aquellos que estuvieran laborando en estas factorías con tecnología de punta y eficientemente productivas. Un verdadero sueño guajiro.

Por eso, después de los diagnósticos, los planes plantean un proceso de planificación, donde la mayor parte de las políticas públicas están enfocadas a la creación de una sociedad sana físicamente, para que puedan rendir mejor en las empresas; más y mejor educadas, para que sean mano de obra eficaz y eficiente; se buscan mejores sistemas de infraestructura social, para permitirle a las empresas instalarse en entornos favorables y poder comercializar óptimamente sus productos; una sociedad democrática, donde las diferencias se diriman en los entornos institucionales, evitando los conflictos sociales que tensan las relaciones sociales e inducen a la confrontación social, con los resultados de movilizaciones, bloqueos de caminos y carreteras, y la inactividad económica y social. Por último, una administración pública moderna y eficiente, para optimizar los escasos recursos económicos, a fin de crear las condiciones óptimas para el desarrollo empresarial y otorgar los mejores servicios para crear un entorno de mayor atractividad para la inversión privada foránea, aunque también es cierto que los pueblos salen ganando, porque también se les brindan la infraestructura social.

Así, aunque la sociedad oaxaqueña se basa en la propiedad colectiva de los recursos naturales, y su organización social y comunitaria impulsa la apropiación colectiva de excedentes, la planificación del desarrollo de los gobiernos estatales busca crear las mejores condiciones para la creación y consolidación de las empresas privadas, basadas en la apropiación privada de los excedentes. Creyendo ¿ingenuamente? que la mayor acumulación de capital permitirá el rebosamiento de la riqueza individual, que induzca a los empresarios privados a invertir en empresas cada vez más modernas y con mejores niveles salariales, para así alcanzar el desarrollo deseado, con los diferentes adjetivos que cada régimen propone: moderno, integral o sustentable.

Ésa es la planeación psicótica del desarrollo estatal oaxaqueño.

Aunque la psicosis es un término genérico utilizado en psicología, el término bien puede utilizarse para referirse al proceso de planificación efectuado en el Estado de Oaxaca, desde la década de los 80. En esa rama de la ciencia se utiliza para referirse a un estado mental descrito como una pérdida de contacto con la realidad. Es esa precisamente la situación de los gobiernos estatales, pues en sus planes de desarrollo elaboran un diagnóstico muy realista y, sin embargo, en el momento cuando los responsables del documento plantean los objetivos, las estrategias, políticas y líneas de acción, dejan de referirse a esa realidad, para trazar otra totalmente diferente.

Según los expertos, “las personas que experimentan psicosis pueden presentar alucinaciones o delirios y pueden exhibir cambios en su personalidad y pensamiento desorganizado”. Nada mejor para describir la actuación gubernamental oaxaqueña, al plantear como objetivo y fin un proceso de crecimiento económico basado en la empresa privada y su vinculación con todas las áreas de la sociedad para impulsar un desarrollo económico basado en la apropiación privada de los excedentes, a partir del incremento de la productividad y la competitividad, cuando ellos mismos, en sus diagnósticos, reconocen la inexistencia de las estructuras de propiedad y de organización que pudieran impulsar el proceso de acumulación y desarrollo clásico del capitalismo. Esta situación ha llevado a un choque cultural y económico, donde ni se consolida la forma tradicional de organización, ni logran aclimatar la propuesta nacional del desarrollo empresarial privado, impulsada desde las instancias del gobierno federal.

4 de diciembre de 2009

TELETÓN

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 4 de diciembre de 2008.

Ha comenzado en la televisión la parafernalia del Teletón. El año pasado, durante 30 horas continuos de transmisión, Televisa obtuvo de los donantes 440 millones 404 mil 909 pesos.

Han sido once años constantes en que la empresa induce a la gente a donar dinero, apelando al sentido de solidaridad de los más pobres, pero donde el beneficio real lo obtiene la empresa y sus amigos; porque, con la acción, logran que el Gobierno les condone impuestos y muchas veces les entregue más dinero obtenido del bolsillo de quienes sí pagan impuestos. El Teletón es un negocio redondo.

John Maynard Keynes, un economista, decía que las motivaciones principales de la empresa capitalistas son el egoísmo, la avaricia y la usura. Por eso, siempre extraña que una empresa comercial, como Televisa, ceda parte de su tiempo de programación a un acto de caridad social, recaudando fondos para apoyar a los discapacitados. Pero también las grandes empresas, con trato directo con el público, donan impresionantes cantidades de dinero.

Parte de la mentira es visible cuando vemos que quienes más aportan son las cadenas de tiendas de autoservicios y farmacias. Pero ellos no donan las ganancias de sus accionistas, sino lo recaudado mediante el “redondeo”, o ahora la directa “donación al Teletón”. Todos los centavos recabados hacen miles y millones de pesos, que las empresas recaudadoras entregan en donación a Televisa. Lo que no nos dicen, es que la Fundación Televisa les entrega un recibo por esa cantidad y, ese recibo, lo entregan a la Secretaría de Hacienda, para que se los deduzca de los impuestos que debían pagar ese año. ¡El dinero de los donantes regresa a la empresa, en dinero descontado de lo que debían pagar al gobierno como impuestos! Es otro negocio redondo.

Los discapacitados son solo el pretexto. En realidad, todas las empresas donadoras hacen un negocio, deducible de impuestos.

La más beneficiada es la empresa Televisa, porque es su Fundación la que recibe todo el dinero y la que construye y administra los hospitales beneficiados por el Teletón. Nadie sabe cuánto cuesta construir y mantener un CRIT. Aunque el terreno lo donen los gobiernos de los estados, no sabemos si la Fundación, a la hora de contabilizar los costos del proyecto, también lo incluyen para incrementar el costo global, porque, todo el dinero utilizado, independientemente de quién lo haya dado, para la construcción y el mantenimiento de los hospitales, es deducido de los impuestos que Televisa debía pagar al fisco federal. Como nadie sabe cuánto invierte la empresa y cuánto es dinero de los mexicanos y los gobiernos estatales, Televisa tiene un negocio redondo: hace caravana con sombrero ajeno, paga menos impuestos de sus estratosféricas ganancias y todavía le agradecemos su buena voluntad para ayudar a la población vulnerable de México.

Para eso crean las empresas sus fundaciones. No son para el bien común, sino para limpiar las grandes sumas de sus ganancias y pagar menos dinero a la hacienda pública. Por eso, hasta que no transparenten su ejercicio fiscal, los teletones y “redondeos” debían movernos a la reflexión y a la duda, y por ahora, más con la crisis que se nos viene encima el año próximo, debíamos guardar nuestro propio redondeo para los niños de nuestras familias. Que la empresa donen, pero las ganancias de sus dueños y socios.

30 de noviembre de 2009

DIAGNÓSTICO DEL ESTADO DE OAXACA

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 30 de noviembre de 2009.

Todos los diagnósticos de los planes estatales de desarrollo elaborados a partir de 1981 a la fecha, coinciden fundamentalmente en cuatro aspectos.

Primero. En Oaxaca, todos los recursos naturales son propiedad colectiva. Las tierras están en manos de las comunidades agrarias y los ejidos; los recursos minerales, metálicos y no metálicos, también; los bosques, que mayoritariamente son la vocación forestal de las tierras oaxaqueñas, también son de propiedad colectiva. Hasta el aire del Istmo pasa sobre terrenos comunales o ejidales.

Segundo. La mayoría de los municipios y las localidades del estado están conformadas por sociedades solidarias. Son comunidades basadas en la propiedad comunal y ejidal de la tierra, integradas en redes familiares que se convierten en redes sociales y comunitarias, y, a partir de allí, conforman la administración pública municipal, y hacen pervivir las sociedades de apoyo mutuo, tanto en términos de procesos productivos, de apoyo económico o de organización social.

Tercero. Hay una mínima industrialización en la entidad. El último plan de desarrollo reconoce la existencia de solo cinco empresas grandes. Una de ellas aporta casi el 75% del valor bruto de la producción estatal: la refinería de PEMEX en Salina Cruz, una empresa estatal.

Cuarto. El nivel salarial de la entidad es de las más bajas del país. La empresa que mejor paga es la refinería de PEMEX y su promedio salarial era, en 2004, de 11,500 pesos; por el contrario, el 53% de las unidades económicas del sector terciario de la economía, sólo pagaban un máximo de 690 pesos mensuales a sus empleados, y se concentran fundamentalmente en la Mixteca y la Sierra Sur, las regiones más pobres y marginadas del estado.

La mayoría de los planes de desarrollo aceptan que los dos primeros puntos muestran la existencia de organizaciones sociales y comunitarias, a la pervivencia de una organización comunitaria de apoyo en la producción, las festividades y para mejor solventar las necesidades individuales y familiares; coinciden también en que los bienes patrimoniales se encuentran en posesión de la comunidad, induciendo al servicio comunitario gratuito. En el primer caso, conduce a la existencia de mecanismos de cooperación para solventar las limitaciones económicas y tecnológicas, y además, a un mecanismo de distribución del excedente económico obtenido, mediante la gratuidad de la colaboración en el sistema de cargos, como también en las mayordomías de las fiestas patronales y las actividades religiosas.

Todos estos procesos nos están gritando que, en la práctica, hay una apropiación colectiva de los recursos económicos públicos y los excedentes económicos generados en estas comunidades basadas en la solidaridad.

Los diagnósticos también apuntan que, como resultado de estos procesos y características, hay una persistente y creciente pobreza, desigualdad y marginación en estas comunidades. Insisten en la falta de sentido empresarial de sus actividades económicas, no buscan la maximización de las ganancias, ni la optimización del uso del tiempo individual, para incrementar al máximo las ganancias. No son sujetos de crédito bancario porque sus bienes, comunales o ejidales, son inembargables.

Según los planes de desarrollo, estas características permiten y acrecientan la indolencia individual, reproducida en indolencia social, generando un círculo vicioso de apatía y abandono de las familias para conservar su entorno físico y superar sus carencias.

Consideran que la propiedad comunal induce a una organización comunitaria, basadas en asambleas colectivas, que alargan las negociaciones para otorgar permisos a los empresarios privados que quieren y pueden sacar mejor provecho de los recursos naturales de las comunidades, porque cuentan con la tecnología necesaria y el financiamiento adecuado, además de la preparación educativa requerida. Estos procesos colectivos generan incertidumbre en los inversionistas privados y hacen insegura cualquier inversión en el entorno comunal, porque la asamblea en cualquier momento puede modificar su decisión y tratar de apoderarse de la propiedad privada o solicitar su retiro, sin importarles la cantidad y el destino de los recursos económicos ya invertidos.

Sobre este diagnóstico, desde 1981, los gobiernos estatales han establecido una planeación económica basa en la inversión privada y han abandonado a su suerte a las comunidades y a los oaxaqueños. El resultado ha sido una economía que genera pobreza con desigualdad social.

27 de noviembre de 2009

ULTRAS

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 27 de noviembre de 2009.

Hace tres años, por estas fechas, los ultras oaxaqueños perdieron su segunda batalla. La primera fue en 1977 y la otra en 2006.

En 1977, encabezados por Felipe Martínez Soriano, intentaron una supuesta revolución desde la rectoría de la UABJO. Entonces los dirigía una organización periférica de la guerrilla oaxaqueña: la Organización Cultural Netzahualcóyotl. Fueron necesarios varios muertos para que, los entonces estudiantes universitarios, comprendiéramos que la ultra izquierda no es solución a ningún problema social, pero es la promotora de la violencia política y social; el gobierno lo terminó comprendiendo cuando observó que el lenguaje de las armas había suplantado al diálogo político.

Su segundo aire lo tomaron en 2006. Ahora los ultras -de muchas corrientes y tendencias, porque ya no sólo son la ultra izquierda enferma por la inconformidad, la impotencia y la ira ideológica concretada en la guerrilla armada- utilizaron los recursos políticos y económicos de las elecciones por la presidencia de la República y también fueron inducidos por los intereses internos de las camarillas priistas en el gobierno estatal. Como siempre ocurre, los ultras fueron usados, mientras creían estar concretando la “primera revolución social del siglo veintiuno”.

La locura neroniana del incendio de edificios públicos, domicilios particulares y vehículos, aquel 25 de noviembre de hace tres años, fue el punto culminante de su incapacidad histórica para plantear alternativas y ser punta de lanza para cualquier futuro mejor. El enfrentamiento con la PFP fue la muestra más palpable de su incapacidad táctica para enfrentar al poder, pero también su falta de capacidad estratégica para comprender que la sociedad es el motor impulsor de todo cambio social. Fue también la constatación de que el voluntarismo y la cerrazón política no tienen cabida en ningún movimiento social.

El gran misterio de los radicales, de los ultras, es que escapan a cualquier racionalidad. Ahí estriba también su atracción para los arribistas al poder. Por eso, son también un verdadero peligro para los movimientos organizados. Los ultras se nutren del resentimiento social, por eso son imanes para el lumpemproletariado y para todos aquellos que ven en la destrucción ciega una respuesta a sus inconformidades sociales; de ahí su incapacidad para proponer soluciones.

Los ultras no tienen un pensamiento articulado de cómo combatir las desigualdades, tampoco militan en ninguna organización de manera permanente. No plantean definiciones de largo plazo, porque es contrario a su esencia aventurera, inmediatista. Los ultras buscan la explosión social, sin medir las consecuencias. Para ellos, la sangre derramada en el camino es un objetivo en sí mismo. Con los ultras es imposible negociar, por un simple motivo: no saben qué quieren. Y, lo más grave, con frecuencia, son carne de cañón de otros intereses.

En el entorno nacional son varias las corrientes ultras: ahí está Marcos y su EZLN, el de la vanidad hinchada, la irracionalidad y el radicalismo. Después vinieron los del Consejo General de Huelga que se apoderaron de la UNAM y amenazaban con golpes a sus compañeros si se atrevían a negociar. Luego reaparecieron en Atenco, cuando el discapacitado Vicente Fox se arredró ante la imposición de los machetes. Su último paso fue Oaxaca, en 2006, y sus resultados fueron violencia, incendios, destrucción, muertes y más resentimiento social, precisamente la materia orgánica de nuevos brotes ultras.

23 de noviembre de 2009

DERECHA EDUCATIVA

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 23 de noviembre de 2009.

Hace unos días, las declaraciones de dos distinguidas panistas nos dejaron muy en claro cuál es el pensamiento sobre la educación de la derecha mexicana.

En primer término, la senadora María Teresa Orduño, presidenta de la Comisión de Educación del Senado, en un acto oficial, proclamó: “No me vengan con esa demagogia de que nadie puede apretárselo (el cinturón)”, porque “donde quiera hay grasita” y “no se vale echarle la pelotita a Calderón”. Fue una ríspida y molesta respuesta a la demanda del director del Instituto Politécnico Nacional, en representación de casi un centenar de instituciones del sistema tecnológicos para exigir los recursos necesarios del presupuesto de egresos de la federación. Ni tardo ni perezoso, el titular de la Secretaría de Educación Pública, el también panista Alonso Lujambio, ahí mismo la vanaglorió: “gente como Teresa Ortuño prestigia la política”, y le agradeció su “inteligencia, entusiasmo y pasión”. (La Jornada, 11/XI/200)

Definitivamente, no he visto a un funcionario federal panista que abra la boca, si no es para decir sandeces, ratificar su absoluta ignorancia política y su total indiferencia a los requerimientos de una sociedad que exige educación de calidad, salud pública, apoyos para incrementar su productividad y sensibilidad política. La expresión de la senadora, en realidad, no es su sentir personal. Es toda una visión de clase que se refleja en el partido político de derecha que la postuló. El PAN es donde por excelencia milita la derecha mexicana, aunque hay uno que otro desperdigado en los otros partidos políticos; sin embargo, actualmente el panismo ha ido corriendo hacia una derecha conservadora, ésa cuyos más fieles exponentes son el grupo conocido “El Yunque”.

En el caso de la educación, su meta y fin es desaparecer la educación pública laica y gratuita. Su ideal es que en las escuelas se enseñe religión, y, a partir de esas normas, establecer el control social e inhibir la curiosidad científica por encontrar nuevas respuestas a viejas soluciones dadas por las instituciones eclesiásticas. La mejor época, para estos políticos, fue la edad media, donde se leía poco, eran pocos quienes conocían las letras y solo leían escritos religiosos. Ése es su mundo feliz. Pero también están contra la educación gratuita, especialmente contra las instituciones de educación superior estatales. Para ellos, es inconcebible que el Estado costee la formación de una masa de profesionales, que debían estar dedicados al trabajo manual y al servicio de la aristocracia mexicana. Su ideal es sólo tener universidades privadas, donde estudiaran sólo los hijos de quienes pueden pagar y sólo las carreras técnicas que requiere las empresas privadas. Para ellos, las humanidades son una verdadera pérdida de tiempo y las ciencias sociales son la cuna del terror.

Por eso, tampoco me extrañó cuando la delegada de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en Oaxaca, María Guadalupe González Ruiz, convocó a las universidades y tecnológicos a reconvertir su oferta educativa para ofrecer “las carreras técnicas, las cuales tienen mucha mayor demanda en centros de trabajo”. Esta dama fue más precisa, porque agregó: “La iniciativa privada dejó de requerir de profesionales de la medicina, el derecho o la contaduría pública”. (Tiempo, 16/XI/2009). Estoy seguro que también estaba pensando en los sociólogos, economistas, antropólogos, psicólogos, filósofos, arqueólogos; todas esas corrientes de pensamiento que analizan el comportamiento humano y el social, y cuyos trabajos han transformado a las sociedades, desde fines del siglo XVIII. Para ellos, como claramente lo dijo Vicente Fox, los mexicanos solo debían entender las artes necesarias para prepararse y ser buenos jardineros en Estados Unidos. Pero también para ser buenas cocineras, sirvientas, choferes y empleados de las empresas privadas, estoy seguro que agregaría la delegada federal panista.

Para la fortuna de los mexicanos y los oaxaqueños, la cámara federal no las escuchó y le dio un buen presupuesto a la educación pública nacional, incluyendo a Oaxaca, donde los profesores de la Sección 22, golpe a golpe y consigna a consigna, están haciendo realidad los sueños más absurdos de esta derecha nacional: privatizar la educación, porque se han incrementado las escuelas particulares y crear analfabetos funcionales, con sus continuos paros educativos. Especialmente en Oaxaca, los extremos se unen.

20 de noviembre de 2009

EL ZAFARRANCHO EN PALACIO

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 20 de noviembre de 2009.

El lunes pasado, el Gobernador leyó un mensaje con motivo de su quinto informe de gobierno. El acto se celebró en el actual Museo del Palacio y lo arroparon gobernadores, ex presidente del CEN del PRI y la burocracia administrativa y política del estado. Es la sustitución del día del Gobernador en la Cámara de Diputados, para hacerlo más familiar, más manejable, más mediático. Fue un acto de lucimiento del titular del Ejecutivo y de mostrar cómo se mueven las alianzas políticas en la familia priista nacional.

El acto tuvo dos frentes: el primero, los amarres políticos del interior del Museo, con finalidad publicitaria nacional, donde todo funcionó muy bien; y, segundo, el desorden político del exterior, por la falta de firmeza en la conducción política gubernamental y la inmadurez de la supuesta dirigencia magisterial.

Dos hechos resaltan de la confrontación exterior del Museo del Palacio. Primero, la dirigencia magisterial encabezada por Santiago Chepi vive en una verdadera psicosis política. De un lado, declaran su desconocimiento a la investidura del titular del poder Ejecutivo, pero, por otra parte, llegan a acuerdos con la Secretaría General de Gobierno para respetar y no intervenir en los actos políticos del Gobernador.

El día del mensaje, hasta donde sabemos, la dirigencia seccional acordó efectuar una marcha, llegar al zócalo y desarrollar un mitin de protesta, “el contrainforme” magisterial. Debían abandonar el centro de la ciudad, antes de la llegada del Gobernador. Esos eran los acuerdos y Chepi trató de respetarlos. La mayoría de los diarios locales consignaron que Chepi anunció haber cumplido el objetivo. Habían protestado y debían retirarse. Parecía que iba a cumplir su palabra.

Su problema comenzó cuando el dirigente de la UTE y su grupo de seguidores, junto con los simpatizantes del Frente Popular Revolucionario, no se quisieron retirar, sino provocaron la confrontación con un grupo de militantes priistas y estudiantes o supuestos estudiantes de la UABJO, “porros” –dice el corresponsal de La Jornada. Fue un rápido y afortunadamente no sangriento zafarrancho, que obligó a Santiago Chepi a ir a la línea de confrontación para moderar el choque, encabezando la guerra de las consignas, en lugar de la batalla de las sillas y los golpes. Ahí se quedó, mientras los funcionarios gubernamentales dialogaban con el verdadero interlocutor de los violentos del magisterio: Rogelio Vargas Garfias.

Como se ve, todos obtuvieron su parte del pastel del día del mensaje. La dirigencia magisterial tuvo su acto de inconformidad controlada; la dirigencia de los violentos tuvo la nota de la prensa, demostrando su intransigencia y su “combatividad”; los funcionarios gubernamentales se felicitaron, porque la sangre no llegó al río. Son, pues, protestas pactadas, zafarranchos inducidos y únicamente para incrementar el costo económico de las futuras negociaciones. Todo se reduce a una concertación económica y nada más. La ideología y la lucha popular quedan allá, en el populismo de las asambleas y los discursos incendiarios de las utopías imposibles.

En realidad, los únicos exhibidos fueron los negociadores gubernamentales, porque demostraron, una vez más, que son buenos para el billete, pero malos para amarrar acuerdos. Para eso se necesita voluntad, capacidad e inteligencia –sí, la de la información.

16 de noviembre de 2009

PLANEACIÓN ESTATAL: 2004-2010

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 16 de noviembre de 2009.

Cuando la cámara federal está en el proceso de asignación de recursos para las dependencias federales, y el gobierno estatal solicita al menos los poco más de 44 mil millones de pesos ejercidos este año, convendría aclarar para qué se solicita ese dinero. Aunque ya sabemos que casi la mitad se destina para pagar el salario y prestaciones del magisterio, y algún cañonazo a sus dirigentes, sería bueno saber si sólo se van a seguir dedicando a seguir despanzurrando las calles de la ciudad de Oaxaca, para pavimentar lo ya pavimentado y reenbanquetar lo ya embanquetado, entre otras pequeñas obras que se pierden en el desconcierto de la nimiedad. Por cierto, en menos de 6 años, el Jardín Labastida se ha remodelado en tres ocasiones, la penúltima vez fue parte del escándalo por la supuesta desviación de recursos del entonces presidente municipal, Manuel de Esesarte; menos de dos años después, el jardín lucirá una completa nueva cara. Como diría la canción: “Que no queden huellas…”

Por eso retomo el camino de la planeación seguido por los gobiernos estatales, en este caso el del actual sexenio.

Este gobierno retorna a la consideración de las ocho regiones geoeconómicas, dejando de lado las 75 microrregiones del sexenio anterior. Para el plan, el papel del gobierno es fundamental, por ser quien establece las políticas públicas para crear las condiciones adecuadas para impulsar los proyectos estratégicos detonadores del desarrollo regional; en términos sectoriales, estableció al turismo y la cultura como los ejes detonadores estatales. Para alcanzar ese proceso, planteaba fomentar la participación ciudadana; también instauraba la necesidad de la participación del gobierno para definir con precisión, y financiar, aquellos proyectos viables o los necesarios. Es, pues, una doble vía entre la participación de la sociedad y el impulso gubernamental.

Como en los sexenios de Heladio Ramírez y Diódoro Carrasco, esta administración observa y remarca la existencia y la fortaleza de las organizaciones productivas sociales; sin embargo, les presta atención en tanto organizaciones económicas establecidas en las diferentes localidades de la entidad y no como organizaciones sociales y comunitarias. Observa el aspecto económico, pero no el social. Por eso, el énfasis no está puesto en el impulso a la infraestructura social, el desarrollo cultural o político de las comunidades, sino, por el contrario, en su función de organizaciones productivas, necesitadas de apoyo para coadyuvar en el crecimiento económico.

Junto con estas organizaciones, el diagnóstico del plan observa la existencia de un empresario pujante y deseoso de impulsar el desarrollo estatal. Por eso, es papel del gobierno estatal crear las condiciones y dar los apoyos necesarios para que este grupo empresarial puedan fructificar sus empeños para crear nuevas empresas y consolidar las existentes, para poder generar más empleos, otorgar mejores salarios y mejorar las condiciones de vida de los oaxaqueños.

El crecimiento económico, a su vez, debería impulsar el desarrollo regional sustentable, entendido como un proceso para lograr una mayor participación, en igualdad de condiciones, de cada una de las regiones del estado; pero, también, el crecimiento debe generar excedentes económicos suficientes para combatir eficazmente a la pobreza y la marginación de los oaxaqueños. Así, el plan enfoca y propone atacar dos vertientes con el desarrollo: por un lado, alcanzar el desarrollo económico en términos territoriales y, por otra parte, desde la perspectiva social, mejorar los niveles de bienestar.

Todo este proceso de creación de empresas para alcanzar el crecimiento económico, debía conducir a la meta del desarrollo integral sustentable, concepto que diferencia este plan de los demás, porque ahora se retoma el aspecto ambiental en las políticas públicas, para aprovechar racionalmente, mejorar y conservar el entorno ambiental.

En realidad, todo quedó en los meros buenos deseos a partir del conflicto político del 2006, donde el magisterio y su APPO torpedearon la gobernanza oaxaqueña y deshilacharon la estructura administrativa del gobierno estatal. Nada de lo planeado quedó en pie, no solo por la falta de sustentación empírica del plan, sino por la soberbia de quienes se creyeron ungidos para mandar. Ni los opositores ni el gobierno hicieron algo para salvar lo que pudo servir a la sociedad, por ejemplo, las propuestas de revocación de mandato, el referendo, la consulta popular, el cabildo abierto y la asamblea ciudadana, establecidas en la página 122 del Plan Estatal de Desarrollo Sustentable.

13 de noviembre de 2009

PRECANDIDATOS PRIISTAS

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 13 de noviembre de 2009.

Tiene toda la razón el magistrado Raúl Bolaños Cacho, al afirmar que los precandidatos reconocidos por el delegado del CEN del PRI se dividen en dos grupos: por un lado, los amigos y, por el otro, los achichincles del Gobernador. Los seis distinguidos –entre la masa, por el delegado- priistas, no son los únicos con merecimientos y capacidad necesarios para encabezar la candidatura por el gobierno del Estado el próximo año. Ésa ha sido la ventaja y la desventaja priista: su gran capacidad para generar candidatos, pero también para insuflar resentimientos en los no bien correspondidos.

Hasta donde sabemos, los precandidatos priistas lo son por su cercanía al titular del Ejecutivo, pero también por su probada lealtad a su persona. Muchos de sus amigos quedaron fuera del ejercicio sucesorio, precisamente por las deslealtades con anteriores gobernadores o por su propensión a los negocios, lícitos aunque no éticos, al amparo del poder; algunos otros se descartaron por su presunta autonomía, una garantía de futura confrontación con el actual titular del Ejecutivo.

En la lista hay, también, por lo menos tres personajes de relleno. Son los empleados que sirven para distraer la atención. Los destellos de la fama son en pago a sus servicios a la causa electoral, por hacer posible el “cochinito” para financiar los procesos electorales. Con su inclusión en la lista garantizan, por lo menos, un cargo público durante los dos primeros años del sexenio siguiente, salvo quienes vayan al Cementerio de los Elefantes, el Tribunal Superior de Justicia, como su presidente o magistrados, para tener asegurado un sueldo y su pensión de por vida, incluyendo la de su cónyuge y algunos de sus hijos. Bondades del sistema político oaxaqueño, de los que ha gozado, hasta ahora, el reclamante magistrado y ex presidente del Tribunal, Raúl Bolaños Cacho.

De aquí, hasta finales del próximo año, muchos de los suspirantes harán declaraciones argumentando la inequidad política en los procesos internos del PRI, sin embargo, ninguno de ellos lo hará en aras de la democratización del partido o por la defensa de los derechos ciudadanos, sino solamente por la salvaguarda de sus intereses personales, para ser considerados en el reparto administrativo del próximo sexenio. No hay, pues, lucha por la democracia, sólo intereses particulares. Los reclamos son porque asumen la vieja máxima política: “Vivir fuera del presupuesto, es vivir en el error”.


Por otra parte, mal haría el titular del poder Ejecutivo en mantener el corsé al proceso interno priista, cuando empezaron a surgir las primeras voces disidentes. Mal servicio le va a prestar a su escogido, porque hoy tenemos a un gobierno federal panista y la posibilidad de una coalición opositora enfrente. El problema del árbitro es que abrir la cancha puede desencadenar una avalancha que asfixie el juego electoral interno. Su otro problema es la ausencia de operadores políticos inteligentes y eficaces en su gobierno, y sus asesores tampoco brillan por su capacidad y agudeza. Le toca, pues, la difícil decisión de desbrozar el camino con decisiones bien ponderadas y actitudes conciliadoras para hacer terso el proceso electoral y no tenso, como hasta ahora ha sido. Por cierto, en ningún juego civilizado se puede ser juez y parte de las acciones, so riesgo de deslegitimar los resultados.

9 de noviembre de 2009

DEFRAUDADORES FISCALES


FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 9 de noviembre de 2009.

El 29 de octubre pasado, el presidente Felipe Calderón no se aguantó más y recuperó una vieja propuesta de su administración: “Está bien que los empresarios tengan actividades filantrópicas, patrocinen eventos deportivos y culturales y nos regalen equipos médicos, pero también que paguen aunque sea una parte de los impuestos” -dijo.

Esta afirmación estuvo enmarcada en la reticencia de los empresarios a pagar el incremento del ISR y la derogación de los regímenes especiales legislados para exentarlos de impuestos. Entonces supimos, del más alto nivel político del país, que 422 empresas nacionales y extranjeras no pagan impuestos por casi 464 mil millones de pesos, un poco más del boquete fiscal para 2010 que suma 400 mil millones de pesos.

Ahí, de paso, nos dijo que otra forma utilizada por las grandes empresas para evadir impuestos es el financiamiento de programas sociales a través de sus fundaciones y su supuesta filantropía. No hay una sola gran empresa, sin una fundación adjunta. Desde Televisa hasta Banamex, todas las empresas canalizan recursos, supuestamente para ayudar a los más desfavorecidos. Televisa es el caso nacional más conocido, por su escaparate televisivo, pero también es la empresa que ha llevado a su máxima expresión la mecánica para evadir impuestos, además de agenciarse dinero de los mexicanos y, de paso, ayudar a otras empresas para evadir más impuestos.

Dentro de unos días, Televisa nos va a bombardear con la publicidad del Teletón. Va a apelar al sentimentalismo de los mexicanos y va a seguir denigrando la imagen de los discapacitados, para solicitar recursos para la construcción de famosos CRITs. En diciembre, miles de mexicanos acudirán a los bancos para depositar su ayuda. A otros miles más, las empresas donde trabajan les harán descuentos para que sus patrones vayan al Teletón, en nombre de sus empresas y no de sus trabajadores, a entregar su aportación. Millones de clientes de las Farmacias del Ahorro y de los supermercados, Wall Mart, Soriana, Chedrahui, Aurrera y las de todo el país, entrarán a la dinámica del redondeo o de plano, solicitar la donación para el Teletón. Todo este ingreso va a las arcas de la Fundación Televisa y de ahí impulsan la construcción de uno o dos CRITs en los estados de la república.

El negocio continúa, porque los gobiernos estatales deben poner el terreno y, cuando concluye el edificio, deben aportar recursos para el pago del personal y la operación de la institución. En el caso de Oaxaca, hasta hoy no sabemos cuánto fue, ni cuánto es, la aportación anual del gobierno estatal para el CRIT de San Raymundo Jalpan. Pero además, Televisa incluye todas esas aportaciones en un gasto único por el costo total del CRIT. Ese monto se lo hace saber a la Secretaría de Hacienda para que se lo descuente del total de los impuestos pagaderos en ese año. Además, cada una de las empresas donantes en el Teletón obtiene un recibo deducible de impuestos, que también entregan a Hacienda para evadir los respectivos impuestos. Todos los ciudadanos comunes y corrientes, que aportan al Teletón no reciben documento alguno deducible de impuestos y deben, debemos, pagar mes con mes nuestros impuestos.

Es un negocio redondo, porque hacen caravanas con sombrero ajeno. Año con año, Televisa no solo no paga impuestos, sino la Secretaría de Hacienda le regresa dinero extra.

Por eso desde el inicio de su régimen, Calderón quiso impulsar una ley para reglamentar la actuación de las fundaciones y las Organizaciones No gubernamentales. Sólo quería clarificar el origen y el destino de los recursos que administran. La ley no prosperó, por las presiones de los dueños del dinero y no volvimos a saber del asunto hasta ahora que el Presidente volvió a tronar contra los defraudares del fisco. Pero, como siempre, ellos volvieron a ganar y volvió a perder el pueblo de México.

6 de noviembre de 2009

IMPUESTOS: TRIUNFANTES Y DERROTADOS


FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 6 de noviembre de 2009.

Para quienes creen que la crisis económica ha quedado atrás, déjenme darles la mala noticia que apenas comienza. Mientras los demás países del mundo superan la recesión, México es el único hundido en la peor crisis, desde 1995.

El problema son las políticas económicas gubernamentales, más encaminadas a apuntalar la desigualdad y no a impulsar el crecimiento económico. La razón fundamental es el neoliberalismo, esa ideología económica basada en el supuesto de que la riqueza concentrada llega a rebasar la ambición monetaria de las personas para impulsarlos a convertirse en emprendedores empresariales, creando nuevas industrias, otorgando más empleos, capacitando más a sus trabajadores y dándoles mejores salarios para recompensar sus nuevas destrezas. Es el mundo feliz de la libre empresa y la mano invisible del mercado.

Con esa hipótesis, los gobiernos actúan para crear las mejores condiciones para el enriquecimiento empresarial; pero no todos, sino los ya de por sí muy ricos. Al gobierno neoliberal no le importan los pequeños empresarios, sino los Barones del dinero, muchas veces sus propios socios empresariales. Para ellos se crean las leyes fiscales especiales para eximirles de pagar impuestos. El gran problema es que ni pagan, sus empresas crean la menor cantidad de empleo posible y pagan salarios de hambre. ¿O alguien me va a decir que Sam’s Club, Wall Mart o Soriana pagan sueldos de ensueño y generan empleos al por mayor? ¿O que, por lo menos, los filántropos beneficiarios del Fobaproa y que no pagaron un centavo a Hacienda por la venta de Banamex, están creando industrias y empresas productivas en Oaxaca o en algún otro lugar de la república?

Por eso, Felipe Calderón tronó contra ellos, pero al final ganaron. Sí van a empezar a pagar impuestos, pero de a poquito, a largo plazo y no todo. Como siempre, los perdedores fueron los mexicanos del común: ¡Nosotros!

Por si no se han dado cuenta, el acuerdo de los diputados priistas y panistas nos va a reventar los bolsillos, a partir del primero de enero de 2010, cuando comenzará el alza de precios. Subirá el precio del teléfono, además del celular y la televisión pagada. Un poco más pagarán los fumadores y bebedores de vino, licores y cervezas. Hasta ahí todo va bien. Paga más la clase media. El problema empieza con el incremento a la mensualidad de la escuela de los hijos, la ropa, los zapatos, los útiles escolares, el agua y los refrescos embotellados; todo lo que se usa en la cocina de la casa, en los dormitorios y los baños incrementarán su precio. Ante esa avalancha, los comerciantes le subirán el precio a todos los productos, incluyendo los alimentos. El cálculo más conservador es que si ganas 12 mil pesos, solo los nuevos impuestos te quitarán casi 5 mil pesos para pagar el IVA y el ISR. Si tienes la buena suerte de ganar menos de 10 mil pesos –el sueldo normal de un oaxaqueño- ¿solo? te quitarán 4 mil 704 pesos.

Son los resultados de unos diputados que no usaron el intelecto para cobrarle a quienes más tiene y no pagan nada. Ésos que hoy están felices, porque el IVA afecta a todos, especialmente a quienes menos tienen; pero más felices están Televisa y Televisión Azteca, a quienes exentaron de impuestos y les sobra el dinero.


Los diputados andan de capa caída, porque saben que traicionaron a quienes confiaron en ellos. ¿Alguno creerá todavía en la burla de ser precandidato a Gobernador?

2 de noviembre de 2009

LÓPEZ OBRADOR. DOBLE MORAL

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 2 de noviembre de 2009.

La noticia de la semana fue la confirmación de la doble moral de Andrés Manuel López Obrador. Ese político tabasqueño que intentó mostrar una cara de austeridad republicana, cuando fue Jefe de Gobierno del Distrito Federal, pero en la realidad vive en el lujo y el derroche.

En ese entonces, comenzó su fama porque usaba un modesto tsuru para su transportación, pero después nos enteramos que solo dos meses de sueldo de su chofer, el ahora famoso Nico, podrían comprar fácilmente ese coche, porque ganaba 62 mil 997 pesos al mes. Poco tiempo después, supimos que uno de sus hijos había chocado en las calles de la ciudad de México; el carro no era uno cualquiera, sino un Jeep Liberty. Así empecé a considerar una farsa la moral republica de Andrés Manuel, porque viajaba modestamente, mientras su familia y sus amigos vivían con lujos y ostentación.

Hoy sabemos buena parte de la faramalla del autodenominado “presidente legítimo” y todo por la ostentación de los vástagos y las tropelías de los familiares. Hace unos días, Andrés Manuel Junior se dignó asistir a un mítin, calzando cómodos tenis Louis Vuitton, con un costo aproximado de 12 mil pesos. Un poquito más caro de lo que en un mes gana un Jefe de Departamento del gobierno del estado de Oaxaca. Pero también nos enteramos que al joven le fascina vacacionar en yates y vivir la “vida loca”, como cualquier junior de una familia de potentados. Hace dos años, en julio de 2007, su otro hijo, José Ramón López, fue duramente cuestionado en los medios, porque aparecía en la nómina de la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal, ostentando un cargo donde nunca nadie lo vio ejercer. Ni siquiera llegaba a cobrar, porque le depositaban su sueldo en su cuenta bancaria. Por cierto, viaja en una Hummer, la camioneta más lujosa y cara hoy día.

Esa forma de actuar la replicó el Peje López Obrador con unos de sus hermanos. El pasado lunes 26, el diario Reforma publicó que la Comisión Nacional de Derechos Humanos había girado cheques por “pago de nomina” a Pío Lorenzo López Obrador, sin que sepamos que tenga algún antecedente laboral en la ya de por sí desprestigiada institución a cargo de José Luis Soberanes.

Una de las grandes dudas sobre la ética de este político de oposición es su fuente de financiamiento. En una de sus declaraciones informó que el PRD le pagaba un sueldo de 60 mil pesos mensuales, pero con esa cantidad, difícilmente sus hijos pueden vivir con esos lujos, porque, también, sus gastos personales superan a los de cualquier ciudadano normal.

Según Jorge Fernández Menéndez, periodista del Excélsior, al menos mantiene cuatro casas. En una viven los hijos de su primer matrimonio; en otra vive él; su actual esposa y su otro hijo viven en La Toscana, una bonita residencia con todos los lujos y comodidades de cualquier rico a quines tanto critica; y, con las inundaciones de Tabasco, salió a la luz pública la propiedad de un condominio horizontal de lujo en Villahermosa. También tiene un rancho, en Macuspana, Tabasco.

Hasta donde sabemos, en la actualidad no tiene ningún sueldo, porque el PRD ya no es su concesión. Si embargo, el tren de vida continúa igual. Quizá estas cavilaciones no tuvieran sentido si fuera un hombre común y corriente. El problema surge cuando se asume como representante del “pueblo bueno” y “desfacedor” de entuertos de los pobres.

Desde hace por lo menos dos meses recorre los municipios más pobres de Oaxaca. Lleva un mensaje de esperanza y de convocatoria para la transformación política de Oaxaca. Ahí comienzan las dudas. ¿Cómo un hombre, con esta doble moral, puede asumirse como garante de una nueva sociedad, más igualitaria y más justa? O ¿acaso el mensaje es cambiar, para que lleguen los suyos? Esos que vimos llenando portafolios con dólares y se llevaban hasta las ligas de los envoltorios, como René Bejarano o como Carlos Imaz; pero también están aquellas que autorizaron y ejecutaron los periféricos de dos pisos, sin que nadie supiera del presupuesto autorizado, como Claudia Sheinbaum, ministra de su gabinete trashumante, pero también esposa de Carlos Imaz. Como se ve, los ejemplos no son dignos de imitar.

31 de octubre de 2009

PARA VERGÜENZA


FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 30 de octubre de 2009.

Como van las cosas, para el fin de mes el Congreso de la Unión ratificará el alza generalizada de impuestos. Al parecer, los senadores dieron marcha atrás. No habrá corrección a la plana de la desvergüenza diputadil. Todo fue una falsa alarma y los intereses creados van a terminar venciendo al olfato político de los senadores que aún guardan cierto decoro público.

La semana pasada, los diputados no se quebraron mucho la cabeza. Lo más fácil fue pegarle a quienes menos tienen y menos gritan -o, al menos, nadie los oye. Por eso le apostaron al incremento del IVA al 16%. Para salvar la cara, tanto los diputados priistas como los perredistas, exentaron del impuesto a las medicinas y los alimentos. En el caso del PRI, no se podía esperar más, porque el actual coordinador de su bancada, hace dos trienios era el más entusiasta defensor de un incremento generalizado del IVA, incluyendo medicinas y alimentos, cuando la nefasta Elba Esther Gordillo dirigía a los diputados priistas. La cabecita de Francisco Rojas no dio para más y el interés de los gobernadores veló por su santo y por sus aspiraciones futuras.

El gran problema del PRI es que va a cargar con la losa de haber avalado un impuesto que le va a pesar a todos los mexicanos, pero también de haber afectado a los intereses de quienes más tienen: los empresarios y las clases medias, a quienes les subieron el ISR de 28 a 30%. Aunque la mayoría de los empresarios se desgañitan porque les afecta nominalmente su tasa de ganancia, los verdaderamente importantes callan, porque se mantuvo la exención de impuestos a los regímenes especiales. Ahí están metidos los gallones empresariales, esos que pudieran haber desatado un tsunami político al régimen panista y sus aliados priistas. Sin embargo, el PRI queda como el cohetero: le silban todos, incluso los panistas.

Lo vergonzoso del caso es que, quienes llegaron a la cámara con el argumento de servir a los más necesitados, se quedaron callados a la hora de la verdad. Solo un diputado oaxaqueño votó en contra del alza indiscriminada de impuestos: Manuel García Corpus, según lo ha dicho Rosy Ramales en este periódico. Todos los demás se hundieron en la ignominia del silencio y el voto favorable a un impuesto que lesiona gravemente la economía de quienes les dieron su confianza. Atrás quedó el espíritu de Bronx y nos demostró que solo sirve para la chunga y el vodevil político.

Por el momento, ninguno de los diputados priistas oaxaqueños ha dado una explicación coherente sobre su desfachatez. Quizá, antes de fin de año, el Coordinador de la bancada oaxaqueña salga a cacarear las minucias del tercio del incremento al IVA destinado a los mandatarios estatales. Nos intentará dorar la píldora, pero jamás podrá justificar como un golpe tan grande a la economía familiar, sólo servirá para seguir despanzurrando las calles del Centro Histórico y entregando pavimentos de ostentación en calles ya pavimentadas, mientras los automovilistas caen en los baches y hoyancos en casi todas las calles de la ciudad.

El próximo año, cuando el candidato priista a gobernador recorra los pueblos para pedir votos para el partido, difícilmente un diputado federal priista podrá hacer uso de la palabra como representante popular, porque los futuros votantes estarán trinando por la exprimida a sus bolsillos y cuyos efectos más palpables se verán, precisamente, durante la siguiente campaña electoral.

26 de octubre de 2009

SENDERO DERECHISTA

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 26 de octubre de 2009.

Fue realmente una larga lucha la de los conservadores para desbarrancar al Estado basado en las alianzas de clases y estamentos triunfantes durante la Revolución de 1910. Probaron de todo. Desde negar el origen popular de la Revolución, el levantamiento religioso armado, la creación del PAN, hasta tratar de desvirtuar la historia revolucionaria institucionalizada. Sólo pudieron triunfar cuando los hijos de sus hijos, quienes se culturizaron en las universidades norteamericanas, llegaron a los cargos de poder.

El caso de Zedillo fue dramático y sintomático. En su estancia en la Secretaría Educación Pública impulsó una nueva historia oficial, donde se intentó desaparecer a los Niños Héroes de Chapultepec y se quiso responsabilizar al ejército de la masacre de 1968, además de intentar identificarlo como un movimiento popular y no como el político que fue y terminó siendo.

Ese sexenio, el de Salinas, fue también la época cuando se estableció la concertación para otorgarle triunfos a una oposición que los demandaba, pero reconocía la imposibilidad de obtenerlos mediante los votos populares. Según muchos analistas, deslegitimada su elección, Salinas negoció con el PAN los gobiernos estatales, para que le permitieran su toma de protesta constitucional. Comenzó con el reconocimiento del triunfo de Rufo en Baja California y, después, con el arreglo para que gobernara Carlos Medina Placencia en Guanajuato, en lugar de Vicente Fox ¡el candidato panista perdedor en las urnas! También escucharon las denuncias de la oposición, negando algunos de los privilegios de los funcionarios federales, como el reclamo ante la protección del Estado Mayor Presidencial a los candidatos presidenciales priistas.

Colosio cometió el error de prestarles atención y quiso minimizar y hacer casi invisible la presencia de los militares en su aparato de protección. Lo pagó muy caro: con su propia vida. Desgraciadamente, el Estado mexicano cubrió la deuda con el desmantelamiento de su estructura institucional, al entregarle el poder al primer pocho con acta de nacimiento mexicano que gobernó al país: Ernesto Zedillo Ponce de León.

Durante el periodo gubernamental de los neoliberales en el poder, el planteamiento fue cómo socavar las bases sociales del PRI, sin desencadenar una revuelta política y social de los grupos que reivindicaban la Revolución Mexicana como origen del mandato político, como ocurrió con Cuauhtémoc Cárdenas y la entonces izquierda priista, quienes terminaron fundando el PRD. Carlos Salinas intentó el viraje creando una estructura paralela al PRI, mediante el Programa Nacional de Solidaridad. Sin embargo, el proyecto no cuajó, porque el candidato salinista, Luis Donaldo Colosio, había sido dirigente del PRI; pero sí fructificó el viraje derechista de la política nacional con la aprobación de tres importantes reformas constitucionales: el reconocimiento legal de la iglesia católica, las reformas al artículo 27 constitucional y, por último, la reforma constitucional para permitir a los hijos de padres extranjeros competir por la presidencia de la República.

La muerte de Colosio y la llegada de Zedillo a la presidencia de la República fue solamente el interregno para aterrizar la transformación de los conservadores en la nueva derecha en el poder. Con el Tratado de Libre Comercio como paraguas para la defensa institucional y como acicate para la consolidación de la identificación de la democracia con la alternancia partidista, el régimen zedillista comenzó el desfondamiento del hasta entonces invencible Partido Revolucionario Institucional. El secretario de Gobernación, Diódoro Carrasco Altamirano, fue el operador para nulificar el activismo de los gobernadores priistas en el proceso electoral. En la práctica, el PRI nunca existió; era el brazo electoral del Gobierno, su Secretaría de Acción Electoral. Cuando el Gobierno le retiró su apoyó, simplemente el brazo electoral dejó de existir. Si a eso le agregamos que el candidato priista era un hombre viejo, cansado y sin impulso político vital, podemos observar el marco perfecto para la catástrofe electoral priista. Fue un largo y bien pensado proceso, de casi 18 años, para alcanzar el objetivo pregonado por Lampedusa: “Cambiar un poco para que todo siga igual”.

Hoy la derecha conservadora es dueña del poder y socia de los grandes negocios empresariales. Como nunca antes, en el gobierno priva el sentido empresarial de los cargos: se llega a hacer negocios, no a gobernar; a hacerse ricos, no a servir. Para su desgracia, su problema es que son ineficaces, ineficientes e incapaces.

23 de octubre de 2009

VICTORIA PRIISTA PÍRRICA


FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ


Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 23 de octubre de 2009.

Como lo han hecho desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, el PRI y el PAN dieron la cara para salvar al régimen neoliberal que gobierna México. Ante el incremento del 2% de impuesto especial generalizado, la bancada priista sólo acertó proponer un IVA de 16%, excluyendo las medicinas y los alimentos. Casi todo lo demás quedó igual a la propuesta panista.

Así, la victoria priista es verdaderamente pírrica. En la realidad, el discurso contestatario priista quedó reducido a la lucha de los gobernadores por manejar una mayor tajada del presupuesto. No se trataba de impedir que los mexicanos pagaran un impuesto especial de 2%, sino de detener la voracidad federal por contar con más dinero para programas asistenciales, manejados directamente por los incapaces y corruptos funcionarios y delegados federales panistas. Con el 1% aprobado, los gobernadores contarán con recursos para obras, mientras que con la propuesta presidencial sólo se quedarían mirando el inhábil, altanero y despilfarrador manejo de los delegados federales.

Ganaron los gobernadores, pero también ganó la administración federal panista, porque contará con el dinero suficiente para pagar la pesada, ineficiente y muy bien pagada burocracia que, desde el régimen de Vicente Fox, ha crecido en proporción geométrica a su ineficiencia.

Cuando se aprobada el presupuesto federal, nadie se acordó de los casi 100 mil millones de pesos incrementados en el gasto corriente panista, para pagar a su alta burocracia. Es más, ningún diputados discutió cuánto del déficit presupuestal se debía al incremento de salarios y a la creación de nuevas plazas federales. Por cierto, los diputados y los gobernadores están espantados con la desaparición de tres secretarías federales y están luchando por el retiro de la propuesta. De ser aceptada, pondría en riesgo a todos los amigos y amigas incluidos en las nóminas estatales en los cargos equivalentes. En Oaxaca, por ejemplo, debería adelantar su viaje a Estados Unidos la actual secretaria de Turismo, Beatriz Rodríguez Casasnovas y regresar a su verdadero nivel de inoperancia el secretario de la Contraloría, Bernardo Barragán.

Tampoco se acordaron los diputados del inmenso caudal de dinero de los regímenes especiales, que permiten a los grandes empresarios darle verdaderas migajas a la hacienda pública. Son 416 mil millones de pesos. Sólo este concepto hubiera podido cerrar el boquete financiero del presupuesto federal. Sin embargo, cargar el peso de la crisis sobre los hombros de los empresarios hubiera hecho inviable el modelo económico neoliberal; era el verdadero suicidio de un esquema que impulsa la creciente acumulación de riqueza en cada vez menos pocas manos, mientras agranda y democratiza la pobreza y la miseria.

Por eso, tampoco es extraño el regocijo empresarial por el 1% de incremento al IVA y se rasguen las vestiduras por el 2% de incremento al ISR. Claro, el IVA lo cargarán directamente a la cuenta de los consumidores, mientras que el pago del ISR afectará directamente la tasa de ganancia empresarial.

La batalla por el presupuesto realmente la está ganando el gobierno federal y mediáticamente la va a perder la bancada priista. Lo peor es que, en los procesos electorales del otro año, los votantes se lo van a recordar a los partidos que los ensartaron con más impuestos y sin ningún satisfactor de beneficios claramente observables que provengan del sacrificio popular.

19 de octubre de 2009

LA RESOLUCIÓN

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 19 de octubre de 2009.

Para desgracia de muchos, la Suprema Corte de Justicia de la Nación sí cumplió su papel: aparentar hacer, para no hacer nada. El mandato constitucional de la Corte es investigar si el Gobierno incumplió en la aplicación de las leyes, en un determinado momento y en un lugar específico. Los particulares no aplican, no deben aplicar las leyes, por eso la Corte no puede pronunciarse sobre ellos; cuando los ciudadanos trasgreden las leyes, es el Ministerio Público local el encargado de castigar a los infractores.

Ahí reside el problema de Oaxaca. La Corte determinó, en la revisión de la Trifulca Política del 2006, que el Gobierno del Estado fue incapaz de contener el conflicto, por la desidia y el abandono del Poder Ejecutivo estatal; es la culpabilidad por omisión. Por su parte, quienes debían ser castigados por violar la ley, fueron exonerados ¡por parte de quienes debieron castigarlos! La propia Procuraduría General de Justicia del Estado se encargó de presentar pruebas a su favor o enredar las averiguaciones previas, para que los indiciados pudieran alcanzar la libertad. En muchos casos, el gobierno estatal pagó las fianzas para sacarlos de las cárceles.

En estricto sentido, la Corte cumplió. Emitió su opinión en el caso analizado. Nadie le pidió su parecer sobre la participación federal, tampoco está obligada a emitir –de oficio- una opinión no solicitada (por cierto, otro de los graves problemas de nuestros gobernantes es utilizar los servicios de abogados, solo por el hecho de ser sus amigos y, quienes asesoraron el caso, solo se han caracterizado por sus pifias judiciales y ganar casos, cuando el asunto está “maiceado” por la Superioridad).

La Corte tiene toda la razón: el asunto oaxaqueño pudo solucionarse en dos momentos. Primero, cuando la Sección 22 había alcanzado todas sus demandas políticas y salariales, solo faltaban 12 millones de pesos para cubrir los asuntos varios: horas clase y apoyos políticos; entonces vino la cerrazón de Coplade, argumentando que ya no había más dinero para un asunto resuelto y se rompieron las negociaciones. Segundo: entrampados en sus terquedades, la Secretaría General de Gobierno orquestó y ordenó el desalojo policiaco del Centro de la ciudad, sólo se enteraron los mandos policiacos y a última hora; incluso, la entonces Procuradora de Justicia se enteró casi conjuntamente con el inicio del operativo. No hubo inclusión, organización, ni inteligencia informativa, sólo autoridad: Sun Tsu se quedó arrumbado en las librerías.

Por cierto, el Gobernador no debe, no puede estar en las negociaciones. Sería un desgaste innecesario de la investidura. Sin embargo, su presencia es necesaria en el cierre final de las negociaciones o para enderezar el rumbo, cuando se pierde, como en este caso. El problema comenzó, porque los negociadores del asunto nunca supieron cuál era el meollo del asunto. Sólo hasta fines de año se enteraron que, en abril, un mes antes del inició formal del movimiento sindical, la Sección 22 se había pronunciado por la renuncia del Secretario General de Gobierno y del Gobernador, argumentando que el movimiento ya no era sindical, sino ahora iban por el poder. Condujeron un movimiento, sin información vital.

Sin embargo y a pesar de todo, el conflicto está resuelto. Fue una suerte para el gobierno estatal que lo encabezaran esos dirigentes y no otros más capaces. La reciente declaratoria de la Corte tampoco conduce a ninguna parte. Sin mayoría en el Congreso, el gobierno federal tiene atadas las manos. La declaratoria sólo podía surtir sus efectos cuando el presidencialismo priista contaba con las cámaras. Con la simple amenaza de una declaratoria como ésta, no solo hacía renunciar a gobernadores, sino los ponía en el quicio de la cárcel. El último espantado fue el de Guerrero, aquel de la masacre de Aguas Blancas.

En Oaxaca, muchos discutirán del caso. Pero, como he insistido: el Gobernador no se va por este asunto. Su permanencia también se la debe a la Sección 22 y a la APPO. Si en 2006 hubieran sabido hacer política y no jugar a la revolución, otro gallo le cantaría a los oaxaqueños.

16 de octubre de 2009

CULTURA CIUDADANA

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 16 de octubre de 2009.

Hace unos días estuve en la ciudad de Puebla. Me impresionó ver que, a sólo tres horas de Oaxaca, tenemos una ciudad de la que mucho debíamos aprender. Cierto, Puebla no tiene los hermosísimos monumentos históricos de Oaxaca. Tampoco cuenta, salvo en Cholula, con sitios arqueológicos tan impresionantes y hermosos como Monte Albán, Mitla, Lambityeco, Yagul. Pero es una ciudad para disfrutarla.

Es ya verdaderamente cosmopolita. Su población ha crecido, atraída por el desarrollo industrial y comercial, pero también por las excelentes escuelas de educación superior. Allá van los hijos de los oaxaqueños que les pueden pagar una educación superior particular, incluso llegan a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Como Oaxaca, Puebla ha visto crecer sus zonas periféricas y sus ciudades satélites. Los gobiernos y las empresas privadas han creado fraccionamientos, nuevas colonias y casi pequeñas ciudades; pero ahí comienzan las diferencias. No están trepados en los cerros circundantes, tampoco son ciudades perdidas, ni asentamientos irregulares. Pero, lo más interesantes es que, ni ahí, ni el Centro Histórico poblano existe un solo tope. ¡En Puebla, no hay topes!

Además, es impresionante, para un oaxaqueño, que los semáforos estén sincronizados. Saben que los semáforos sirven para agilizar el tránsito vial y no para entorpecer el paso de los vehículos. A pesar de tener calles tan angostas, como las de Oaxaca, en Puebla es muy difícil encontrar bocacalles congestionadas por los camiones o el atascamiento vehicular. En el Centro Histórico de la ciudad no corre el transporte urbano; es para los transeúntes, pero también para los automovilistas. No hay camiones rebasándose unos a otros o tratando de ganarse el pasaje. Incluso, los taxistas son mucho más educados, hasta para manejar. Por cierto, el Zócalo poblano no está cerrado al tráfico vehicular y no hay calles solo para peatones. Obviamente, tampoco hay comercio ambulante obstaculizando el tráfico vehicular y las banquetas de los peatones.

¿Qué nos diferencia de la sociedad poblana? Porque también tienen pobres en las ciudades y en la Sierra, donde viven los indígenas. Además, a finales de los sesenta, fue el centro de una de las rebeliones universitarias más difíciles y sangrienta. Sin embargo, hoy no tienen organizaciones supuestamente sociales que peleen proyectos productivos mediante la presión y el chantaje. Hasta ahora, no he leído sobre una carretera poblana bloqueada o tomada por alguna organización, para exigir el cumplimiento de sus demandas. Sus hermosas casas coloniales, de cantera y cerámica de Talavera, tampoco están pintarrajeadas. Ahí no hay Sección 22 radicalizada, ni APPOs ensoberbecidos. Cuando un ciudadano trasgrede la ley, va a dar a la Comisaría o a la cárcel.

Hago esta reflexión, porque creo que en Oaxaca necesitamos rehacer nuestras redes de convivencia y nuestros códigos de conducta. Fue una apuesta que este gobierno estatal no quiso tomar, sumido en la arrogancia de una “Burbuja” que se consideró sobredotada y, al final, terminó siendo el ejemplo claro de lo que no se debe ser ni hacer en la política. Es la primera recomendación que debemos tomar en cuenta de los devaneos de la Suprema Corte de Justicia. Lo siguiente, es vernos en el espejo poblano para tratar de imitarlos, porque han superado, con creces, la infamia de la frase: “Guano, perico y poblano…”

12 de octubre de 2009

DIÓDORO Y LÓPEZ OBRADOR. CACIQUES POLÍTICOS

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 12 de octubre de 2009.

En la sucesión de Oaxaca, por parte de la oposición local, se juegan fundamentalmente los intereses de los caciques políticos: Andrés Manuel López Obrador y Diódoro Carrasco Altamirano. Solo mirando, se quedan los electores y los dirigentes partidistas.

En primerísimo lugar, tenemos la ambición del tabasqueño López Obrador por contar con una caja chica, para sortear con éxito las demandas económicas de la próxima campaña presidencial. Sin la Tesorería del Distrito Federal, porque obviamente Marcelo Ebrard será el candidato del PRD, Andrés Manuel necesitará otra fuente de financiamiento para su campaña, porque sabe que carismático no es, liderazgo tampoco tiene y, cuando le quiten las redes sociales de los programas asistenciales del Distrito Federal, sólo quedará el cascarón vacío del autoritario mesías tropical. Por eso le urge la caja chica oaxaqueña y, por eso, su insistencia para que Gabino Cué Monteagudo, sea el candidato a gobernador.

En segundo término, por cierto también en importancia, se encuentra el deseo manifiesto de Diódoro Carrasco Altamirano por volver a recuperar los privilegios del poder, que absurdamente dejó escurrir de las manos. Sin cargo político alguno, sin reconocimiento entre las filas del panismo, porque es un militante vergonzante, el ex gobernador oaxaqueño sueña con que su siempre protegido pudiera encabezar una coalición donde se incluyera al PAN. Ganar Oaxaca es su necesidad, para alcanzar la siempre negada notoriedad política nacional por el triste papel que le asignó Ernesto Zedillo: el de traidor al partido que lo llevó a la cúspide del poder local, al amarrar a los gobernadores priistas para permitir el triunfo del panista Vicente Fox en la presidencia de la República.

Su gran problema es que este Gabino no es aquel a quien le creó la Secretaría Técnica del Poder Ejecutivo cuando era gobernador, ni siquiera es el que le manejó el presupuesto de la Secretaría de Gobernación para acercar, cooptar e inducir a los periodistas de los medios del Distrito Federal, cuando lo hizo subsecretario encargado de los medios de comunicación. Éste es otro Gabino, jugando en otros carriles y con otras fuerzas. El panismo, desde el presidente de la República, hasta el presidente del Comité Directivo Estatal en Oaxaca, saben que el senador Cué responderá a los intereses de López Obrador en lo inmediato y, en su momento, jugará su propia alternativa política en la perspectiva de un priismo con opciones de triunfo en 2012. A fin de cuentas, Gabino no tiene ni ideología, ni lealtades. Como Diódoro, para ellos, la traición es un simple cambio de chaquetas y… nada más.

Ése, también, es el dilema del PAN. Saben que perder Oaxaca será la continuación del tobogán que concluirá en el 2012, cuando entreguen la presidencia de la República con la detestable marca de ineptos, incapaces y corruptos. A diferencia del PRI, su fugaz paso por Los Pinos será la mortaja del partido que nunca se pudo asumir de “centro-derecha liberal”, como pomposamente se quiere autodefinir Diódoro Carrasco. Por eso, también, la poca resistencia panista a sumarse a una coalición sin condiciones de por medio. Quieren triunfar, pero no para beneficio de otros. Quieren ganar, pero posiciones de poder. Lo demás, es lo de menos, incluyendo las aspiraciones populares, que a la derecha siempre le han importado muy poco.

También por eso, el PRD se ha sumado con entusiasmo a la coalición. En Oaxaca no representan ninguna alternativa ideológica, política o de masas. Tampoco tienen cartas para jugar. La única aspiración de sus dirigentes es contar con espacios políticos para darle chamba a sus amantes, esposas, primos, hermanos y toda la parentela habida y por haber. Ni siquiera es la búsqueda del poder, sino el simple arrebato por los cargos y el dinero.

Al final del día, estoy convencido que la oposición ya tiene candidato. Irán juntos, como en el 2004. Parafraseando a Marx, para repetir la tragedia, ahora como comedia. Por cierto, en ese teatro de la risa, quedará indemne el orgullo familiar del autodenominado filántropo oaxaqueño, para seguir financiando los guiños del poder.

9 de octubre de 2009

ENSEÑANZAS DE LA CORTE

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 9 de octubre de 2009.

El resultado de la investigación efectuada por una comisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sobre la Trifulca Política del 2006, es muy claro: no hubo capacidad intelectual, ni organizativa. Quien quiera leer la conclusión del ministro Mariano Azuela como falta de capacidad técnica o cantidades suficientes de la fuerza policíaca, estará cometiendo un craso error, muy semejante al que cometieron los operadores gubernamentales en esos aciagos días. En realidad, ninguna fuerza policíaca está lo suficientemente capacitada o es lo suficientemente grande para contener un motín o un conflicto popular. La única fuerza que lo puede hacer, es el ejército.

Cuando sólo se cuenta con la policía estatal, es muy difícil controlar un movimiento social generalizado, mucho más cuando está penetrado e inducido por la guerrilla y sus organismos periféricos, además de dirigido y conducido por organizaciones y liderazgos radicalizados. Lo que ahí faltó fue visión estratégica y organización táctica para descabezar el movimiento, junto con el acalambramiento del cuerpo movilizado. Ése es el mensaje de la Comisión, cuando afirma reiteradamente: “… el uso de la fuerza pública fue precipitado y, por ende, no se planeó adecuadamente… la falta de eficiencia en el operativo denota que su preparación y oportunidad no fueron idóneas…” (http://www.scjn.gob.mx/MediosPub/Paginas/CasoOaxaca.aspx, p. 267)

Si quien operó el desalojo policiaco hubiera tenido un mínimo sentido organizativo y hubiera sabido que no hay movimiento sin liderazgos, otro gallo le hubiera cantado al Estado de Oaxaca y otro sería el futuro político del organizador de ese terrible desaguisado del 14 de junio de 2006.

No dudo que los actuales directivos de los cuerpos policiacos y quienes condujeron el fallido desalojo, intentarán distorsionar los resultados presentados por la Comisión de la Corte, para justificar los errores y obtener más recursos económicos para la compra de más y mejor armamento, incrementar las fuerzas policiacas y hasta los salarios. Si así lo hicieran, estarán echando al cesto de la basura todas las enseñanzas de los movimientos sociales en Oaxaca. No debemos olvidar que, durante el movimiento estudiantil de 1977, el gobierno estatal compró, por primera vez, equipos antimotines, rifles de gas lacrimógeno y hasta bastones eléctricos, en un vano intento por controlar el conflicto universitario; de nada sirvieron, porque ningún movimiento popular se puede contener con la mera fuerza policiaca. Cualquier intento por detener un movimiento social mediante la violencia termina generando mártires, derramamiento de sangre y la agonía de esa administración.

Todo gobierno cuenta con los recursos legales para contener un movimiento social, pero requiere inteligencia investigativa, capacidad operativa y decisión política para aplicarlos. Detener a cada cual y al conjunto, en el momento preciso y el lugar adecuado, es el secreto que nunca entendió el operador gubernamental de 2006.

La Ley está con el Gobierno, siempre y cuando la respeten, parece ser el corolario que oiremos el martes próximo, cuando la Corte comience a discutir estos resultados. No habrá juicios, ni acusados, como tampoco culpables definidos. Solo sentencias, para normar los criterios de las próximas acciones gubernamentales. Era una resolución ya esperada, porque, además, el asunto del 2006 ya es solo historia, oaxaqueña y nacional.

5 de octubre de 2009

DIÓDORO Y MURAT. PLANEACIÓN Y DESARROLLO

FELIPE MARTÍNEZ LÓPEZ

Publicado en el periódico Tiempo, de Oaxaca, Oax., el 5 de octubre de 2009.

Reviso rápidamente las propuestas contenidas, en sus respectivos planes estatales de desarrollo, de los gobernadores Diódoro Carrasco y José Murat para alcanzar la tan deseada meta del desarrollo.

El sexenio de Diódoro Carrasco Altamirano (1993-1998).
Su propuesta del desarrollo estaba basada en la búsqueda de la equidad social y la eficiencia administrativa del gobierno estatal. La meta central era la modernización: administrativa, económica, social, política y cultural.
Debía alcanzarse por dos vías: por un lado, retomando la idea del sexenio anterior, establecía la existencia de una sociedad organizada en torno a procesos colectivos y trabajaban colectivamente para alcanzar metas comunes; se daba y recibía apoyo en el entorno familiar, pero también se proporcionaba apoyo gratuito para efectuar las obras sociales en las comunidades. Por otra parte, se reconocía la existencia de una iniciativa privada interesada en impulsar la creación de empresas, pero requería de apoyos gubernamentales para crear la infraestructura física y social, sobre la que asentaría sus factorías para impulsar la actividad productiva en las áreas de su interés.
Para este gobierno, los empresarios privados iban a generar las posibilidades de crecimiento económico, concepto con la que identificaba al desarrollo económico estatal. Por su parte, la participación colectiva, social, debía estar enfocada fundamentalmente a la creación de la infraestructura social requerida por los pueblos. Con la participación de todos, los recursos públicos se iban a acrecentar, en cantidad proporcional a la participación de las organizaciones solidarias para suplir los pagos a las empresas privadas, tradicionales ejecutoras de la obra pública.
A la vez, las obras en caminos, agua potable, luz y drenaje, permitirían tener una sociedad cada vez más sana y cada vez más preparada para impulsar el florecimiento de las empresas privadas, los pivotes para el crecimiento económico estatal. Así, la participación colectiva era vista como forma de apoyo, para crear las condiciones adecuadas para permitir el crecimiento empresarial y el florecimiento de la industria privada en todo el Estado.
La industrialización iba a permitir el crecimiento económico para generar la riqueza social y posibilitar el desarrollo integral de la sociedad, en los ámbitos político, económico, social y cultural. A diferencia del sexenio anterior, el desarrollo no se ve como un proceso circular, ni como una dinámica constante, más bien pareciera ser un proceso iniciado con la modernización y termina cuando se alcanza el desarrollo integral.

El sexenio de José Murat Casab (1999-2004).
A diferencia de los demás administraciones y partiendo una vieja idea del sexenio de Vásquez Colmenares, este gobierno reconoce 75 microrregiones, integradas a partir de las características culturales, sociales, lingüísticas y de comunicación física comunes.
El diagnóstico del Plan Estatal de Desarrollo parte de un estudio elaborado por una universidad privada, proclamando la escasa atractividad del Estado para el establecimiento de las empresas privadas en su territorio. A partir del análisis de las posibilidades negativas, se plantea la necesidad de crear las condiciones adecuadas para permitir la creación de las empresas y las inversiones privadas necesarias para desarrollar a la entidad e impulsar el crecimiento económico sostenido. La estrategia central es la búsqueda de la productividad y la atractividad estatal para la inversión privada.
Este gobierno deja totalmente de lado la visión social contemplada en los dos anteriores. En el diagnóstico, las organizaciones sociales y productivas comunitarias dejan de existir; con su virtual desconocimiento, tampoco se establecen políticas públicas para fomentar e impulsar su organización. La fuerza principal de desarrollo es la empresa privada, fin y meta última de todas las políticas públicas para alcanzar el desarrollo.
Como en los otros sexenios, el concepto desarrollo se identifica con la idea del crecimiento económico, aunque se le agrega el adjetivo “sostenido”. Todo este proceso debía conducir a alcanzar el desarrollo integral: en lo político, económico y social, olvidándose de la cuestión cultural.
Para el plan sexenal, toda la dinámica debía estar permeada por la actividad del gobierno y la sociedad, entendiendo por ésta al sector empresarial y a los trabajadores de las empresas. Así, la entidad sería más atractiva para atraer nuevos inversionistas privados, ansiosos por nuevos destinos con ventajas comparativas, para hacer florecer sus nuevas industrias, generando mayor riqueza económica, en un círculo virtuoso que va de la industrialización al crecimiento económico, el incremento de la productividad, y una creciente atractividad para atraer a nuevos inversionistas privados.
Los planes eran los sueños de dos generaciones diferentes, soñando actuar en dos oaxacas diferentes. Los resultados fueron más pobreza y más inequidad.